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Vivienda donde se ha producido la orden de desalojo. L.G.
Los daños colaterales de Kirk: «Nos hemos quedado en la calle sin saber dónde ir»

Los daños colaterales de Kirk: «Nos hemos quedado en la calle sin saber dónde ir»

La fuerte lluvia causó una «gran inundación» que ha dejado sin vivienda a dos de las inquilinas que residían en el número 25 de la calle Santa Cruz que, según la Policía Local, está en «riesgo de derrumbe»

L.G.

León

Jueves, 10 de octubre 2024, 20:45

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«Nos hemos quedado en la calle». La vida de una mujer y su pareja cambió este miércoles 9 de noviembre cuando el huracán Kirk llegó a la capital leonesa.

El edificio en el que vivía, ubicado en la Calle Santa Cruz número 25, se vio envuelto en enormes bolsas de agua que llegaron a empapar las paredes y dejar sin luz las dos viviendas habitadas del bloque.

Hace meses que, como inquilina, exigía que se revisaran las condiciones en las que se encontraba el edificio. Ya hace unas semanas, uno de los vecinos que había dejado la vivienda le avisó de que «no era seguro».

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Por este motivo se habían iniciado unas obras para la restauración del inmueble, cuyos pisos superiores se encontraban «muy deteriorados», al igual que la cubierta superior.

El inicio de las obras no impidió que estas dos vecinas que ahora han sido desalojadas continuaran habitando sus viviendas. Incluso, el tejado fue retirado para su modificación y se cubrió con una lona la parte superior del edificio.

La tarde del miércoles la situación llegó a su límite. Las grandes ráfagas de viento y la fuerte lluvia agravaron el problema. La lona que cubría la cubierta superior fue acumulando agua hasta su desbordamiento y esto provocó que las escaleras se llenaran de agua y que se suspendiera el tendido eléctrico mientras los escombros caían desde la zona superior.

La «tensa» situación obligó a la inquilina a llamar a la Policía Local, que rápidamente se personó en el edificio para examinarlo. Tras observar los pisos superiores del inmueble, ordenó su desalojo inmediato y recomendó que nadie entrase en el edificio por «riesgo de derrumbe».

Las dos únicas viviendas habitadas del edificio fueron desalojadas, aunque les permitieron que cogiesen únicamente lo necesario para pasar la noche. La propietaria de la vivienda, que fue avisada de todo lo ocurrido por parte de su inquilina, no propició ningún tipo de opción a sus arrendadores. «Nos teníamos que ir a la calle», explica la mujer aún compungida por lo sucedido.

Según relata, desde el Ayuntamiento de León se les ofreció la posibilidad de pasar la noche en la organización de Servicios Sociales de San Vicente de Paúl, ubicada en la calle de San Pedro. Una opción que nunca vieron como una solución.

Su sorpresa llegó minutos después con un comunicado de su casera que dejaba por escrito, y de forma unilateral, la «obligación» de finalizar el contrato vigente por la rotura del tejado y la posterior inundación.

En el comunicado se indicaba un «severo deterioro causado por la entrada de agua» que incluía la afectación de la instalación eléctrica y hacía que la vivienda no fuera «segura».

«El edificio está prácticamente inundado», comunicó la casera del inmueble a la inquilina mediante un mensaje.

Según el responsable de la obra, que ha rechazado valorar los hechos, existen causas de «fuerza mayor» que impiden que el edificio siga habitado. Tras analizar la situación en la que se encuentra la cubierta, ha explicado a la inquilina la «imposibilidad» de entrar al edificio sin protección por los riesgos que puede tener.

Mientras que a ella nadie le ha dado una alternativa habitacional, la otra vecina afectada será reubicada el día 15 por su casera y ha podido acceder al edificio para ir trasladando sus enseres.

En su caso, la propietaria de la vivienda -que tampoco ha querido realizar ningún tipo de declaración a este medio- no ha dado ningún tipo de solución a la problemática más allá de la resolución «obligatoria» del contrato vigente de arrendatario, acogiéndose al artículo 27 de la Ley de Arrendamientos Urbanos.

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