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Después de cinco años, con derrumbe incluido, León está cerca de disponer de un nuevo rincón en la ciudad. Se trata del cubo de la calle Conde Rebolledo, un vestigio de origen tardorromano que estaba medio oculto tras diferentes comercios de baja altura ... que ya llevaban varios años cerrados en esta calle.
Los trabajos avanzan a buen ritmo para terminar de urbanizar el suelo liberado tras demoler estas pequeñas construcción y se espera que para finales de marzo ya esté totalmente abierto a la ciudad.
Aunque en un principio se barajó poner hierba en este firme sobre el que se erige el cubo, finalmente se ha optado por el adoquinado para una mejor conservación.
Los encargados municipales de estudiar los orígenes de la ciudad indicaron en 2017 la necesidad de distinguir entre el núcleo de la torre «que sí es tardorromano» y el forro exterior, que en su día ya tuvo un estudio arqueológico –cuando se intervino en las obras del Palacio de los Condes de Luna- y se dató en el siglo XIV. «Ello no le merma valor, por no ser romano, pero vimos que esa torre ya se llamaba 'torre derribada' y que había dado problemas en el pasado».
Victorino García, arqueólogo municipal, reconocía que el derrumbe que sufrió la estructura cuando se trabajaba en la demolición de los edificios que la cubrían hasta la mitad, era «inevitable y no se trató de ninguna negligencia».
De hecho, en 1945, tuvo que acudir un arquitecto de Bellas Artes de Madrid para desmontar parte de la torre y él mismo describe unas condiciones 'catastróficas' de esa zona.
La reestructuración de este rincón del Barrio Húmedo comenzaba en 2016, cuando la fundación Álvarez Carballo, propietaria de los terrenos, cedía la titularidad al Ayuntamiento de León, gobernado por la anterior corporación del PP, que puso en marcha este proceso de recuperación. Meses después, cuando comenzaron las obras, el cubo se vino abajo. Finalmente, el cubo pudo ser reconstruido con forma cuadrada que ha sido puesta en duda.
Un proceso largo, de varios años, pero al que ya sólo le faltan unos remates para que este espacio sea visible a los leoneses y poder retirar ya unas vallas que durante cinco años ha formado parte de la estampa de esta calle de León.
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