Cuatro islas con 50 módulos para reactivar el «consumo y el turismo» en el Mercado del Conde Luna

En base a un esquema de eficiencia energética, sostenibilidad y accesibilidad, el futuro mercado de abastos del centro de la capital renovará de forma completa su interior, demoliendo para ello todos los puestos existentes hasta ahora.

De este espacio saldrán cuatro islas de puestos con un sistema de 50 espacios modulares básicos, que contarán con marquesina superior, cubierta, almacén, cierre perimetral y persiana.

También se renovarán los sistemas eléctricos y de iluminación, así como las líneas de abastecimiento de agua y saneamiento.

El Conde Luna quedará dividido en tres espacios: una zona de mercado -con 858 metros cuadrados-, otra de servicios -228 metros cuadrados- y un espacio polivalente de 167 metros cuadrados.

Las once empresas que actualmente trabajan en este centro comercial dispondrán dentro de sus habitáculos de una zona habilitada como almacén y con cámaras frigoríficas.

Para la zona de servicios se reservan unos vestuarios y puntos de entrega inteligentes para refrigerados -lockers-, con especial atención a productos de última milla; así como un punto de gestión de residuos. A ello se sumarán los aseos, zona de residuos, de limpieza, un taller y una oficina.

El objetivo que se persigue desde la Concejalía de Comercio es generar una oferta comercial de interés para el consumo y la actividad turística en un Mercado del Conde Luna en el que ahora apenas resisten cinco carnicerías, tres pescaderías, una casquería, una quesería, una frutería y una volatería.

A ello se sumarán nuevas actividades de dinamización, que estarían representadas por gastrotiendas, para poder ofrecer degustaciones de producto local y kilómetro cero que fomenten el consumo y animen el ambiente de esta histórica instalación municipal.