Cuatro años de la Mesa por León: ¿Por qué no tuvo éxito?

La única causa que motivó esta entidad y su primer y último objetivo era solucionar la profunda crisis industrial y demográfica que vivía entonces la provincia. Este 3 de marzo de 2024 pasan cuatro años desde su primera reunión en el Palacio de los Guzmanes y la realidad solo ha ido a peor. La Mesa por León muere sin proyectos. ¿Pero por qué no ha tenido éxito?

«Había un compromiso de seguir reuniéndonos y eso no se cumplió. De hecho, la última reunión, el 21 de enero de 2021, fue a través de videoconferencia. Ahí se quedó», lamenta Enrique Reguero, Secretario Provincial de UGT León.

Alienta a la acción social parafraseando a Julio Llamazares y su frase: 'hablando no se cambian las cosas porque está todo dicho ya'. Reguero no anda muy lejos del sentimiento de multitud de leoneses al asegurar que «León se siente despreciado por las administraciones». «Estamos cansados de hablar», reconoce, y cuestiona con rotundidad el por qué «nada llegó a ningún sitio».

«¿Quién o quiénes dieron esa orden? Entre la administración local, autonómica y nacional decidieron que a partir de esa fecha —21 de enero— tenía que acabarse», asevera. Porque garantiza que su organización sindical estaba poniendo todo para continuar adelante. «Me gustaría tener una reunión con todas las administraciones para que nos digan por qué no merecía la pena seguir con esto: sacar a León de tener los peores indicadores demográficos y socioeconómicos. Vamos sin freno en caída libre», concluye.

Desde Comisiones Obreras, el otro sindicato que convocó la manifestación entonces liderado por Xosepe Vega a nivel local, consideran «la falta de voluntad real» como uno de los principales «problemas para que funcionase», defiende Elena Blasco, actual Secretaria General de CCOO León.

«Sin dotación presupuestaria, personal ni herramientas de trabajo, era muy difícil llevar a cabo su labor. Para que una iniciativa así tenga éxito, requiere de una inversión pública fuerte que la acompañe, tanto en su puesta en marcha como en la plasmación de un conjunto de proyectos iniciales que sirvan de punto de partida y dinamicen la propia mesa», critica.

Otro de los fallos que considera es el «diseño de la mesa», a través de «un gran número de interlocutores y representantes, sin estructura sólida», lo que califica de «ineficaz». «No se llegó a iniciar ningún proyecto, no se desbloqueó ninguna inversión pública ni privada y tampoco tenemos acceso al informe que, supuestamente, realizó la mesa sobre la situación de León y las principales líneas de intervención», recrimina la líder de CCOO.

Desde su organización consideran que la Mesa fue «una cortina de humo para acallar las movilizaciones sociales y sindicales, sin intención de desarrollarla».

Desde la Junta de Castilla y León, el entonces consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, se convertía en una figura clave y vínculo providencial para conocer la implicación de la Junta. Carriedo insistió en 2020 en llevar las palabras a los hechos y en la actualidad defiende el papel de la administración autonómica en la Mesa por León.

«La Junta de Castilla y León ha prestado toda la ayuda solicitada por la Mesa por León y ha participado activamente desde su constitución. Se ha asistido a todas las reuniones de trabajo, se han aceptado los nombres de la Comisionada, de los tres expertos y se ha realizado el apoyo técnico y material de la Agencia de desarrollo de la Diputación Provincial de León. Asimismo, se ha aportado económicamente una subvención directa (80.861 euros) a la Diputación de León para hacer frente a las cuantías solicitadas para la elaboración del Plan Estratégico» de la Mesa por León.

La Unión del Pueblo Leonés considera que el fallo fue que «las administraciones representadas no hicieron su trabajo». «Ni el Gobierno ni la Junta mostraron nunca interés, y la incapacidad de la Diputación de León que no fue ni siquiera capaz de dar los instrumentos necesarios a Humildad Rodríguez», lamenta Roberto Aller.

Desde la oposición en la Diputación, el portavoz del PP que también estaba en 2021, cuando la Junta subvencionó con casi 81 mil euros a la institución provincial aluden el «nerviosismo» a la hora de hablar por la entidad. «Cada vez que preguntábamos por la Mesa por León en los plenos les daba un yuyu», recuerda David Fernández. El PSOE no ha querido hacer declaraciones al respecto ni aclarar qué se hizo con los 80.861 euros recibidos de la Junta. Cabe recordar que Gerardo Álvarez Courel la integró como presidente del Consejo Comarcal del Bierzo y ahora preside la Diputación de León.

«Del dinero de la Junta habrá que preguntar a quienes eran miembros, a nosotros no nos dejaron participar», contesta Roberto Aller, que señala a Javier Izquierdo, quien era delegado del Gobierno en aquel momento, como «uno de los mayores lastres» para que la entidad avanzara.

Juan María Vallejo hace un llamamiento desde la Federación Leonesa de Empresarios (Fele) para que administraciones, sindicatos, sociedad civil y empresarios busquen «soluciones entre todos para reducir o atajar la problemática».

«Si atendemos a los datos nacionales la pérdida de pérdida de población, el envejecimiento y las dificultades de retener talento joven son problemas que persisten en la actualidad», confirma el presidente de Fele, que sentencia con una frase sobre la Mesa por León... «Nació para no funcionar».

«Y así fue», prosigue, para reivindicar que «no se puede volver a repetir de la misma forma». Juan María invita a reflexionar «en la unión administrativa, empresarial, sindical y social para dar una nueva oportunidad» a León.

Sobre la cuestión de qué es lo que falló, prefiere no responder. «¿Quién falló? ¿Serán las personas o será el mecanismo? No quiero entrar en ese debate», pero si recrimina que no funcionó en la época pandémica y «se ha demostrado con el tiempo» que tampoco ha funcionado en la época postpandemia.