La crisis de Ucrania, una «profunda» herida en la industria leonesa: «La cosa sólo puede empeorar»

En pleno periodo de internacionalización, con muchas de ellas buscando expandirse por nuevos países para seguir creciendo desde León, se ha golpeado de lleno con esta guerra y las sanciones económicas al país de Vladimir Putin.

Desde la empresa Tecoi, multinacional con sede en Sabero y que se encarga de la fabricación de máquinas de corte láser, su gerente Óscar Rodríguez expone cómo el conflicto ha chocado de lleno con sus planes. «En Rusia tenemos instalaciones y ahora está todo paralizado; y teníamos ofertas y operaciones para un proyecto que íbamos a montar en Bielorrusia». Las exportaciones se han visto paralizadas y, asegura, «la cosa sólo puede empeorar».

Aunque el disparado precio del gas solo les afecta de forma «indirecta», otras circunstancias como el aumento del coste del petróleo sí les hará daño a la hora de transportar sus mercancías. Un transporte que no podrán desarrollar con los países sancionados a los que se mantiene el «bloqueo» que impide transacciones, o empresas con las que no pueden trabajar por el veto.

A ello suman el alza de precios en materias primas. El acero ha experimentado una subida inicial «de un 20%» que ha generado inestabilidad a la compañía y entre sus clientes, con subida de precios y falta de suministros. «Esto es solo el inicio de lo que se nos puede venir encima salvo milagro y solución del conflicto», reconoce el director general de la fábrica leonesa. Y es que muchas siderurgias europeas han 'cerrado el grifo' y han dejado de cotizar, mientras organizan su stock, y cuando regresen a mercado «la subida actual quedará en anecdótica».

Otros factores que se están empezando a ver alterados son productos básicos como la cerámica o el ladrillo, con subidas en torno al 200 o incluso 400 por ciento, que dependen del gas para su elaboración a gran escala.

En estos momentos, y más en zonas como las cuencas de Sabero y Cistierna, es cuando se echa de menos el cierre prematuro de la minería hace ya 30 años. «La política energética no se enfrentó bien y fue precipitado. Pero también después nos hemos visto afectados por el cierre de las térmicas, como la de Guardo o La Robla, con las que trabajábamos», afirman desde Tecoi.

Ahora, la única forma de que el mercado se «relaje» sería con una solución al conflicto armado, el equilibrio mediante ayudas o una reorganización del destino de los fondos europeos 'Next Generation' que sirvan para paliar el aumento disparatado de los costes de producción.