Crisis en el PSOE de León: «Había un pacto de no agresión, pero hay un odio visceral a José Antonio»

El pacto de «no agresión» al que se refieren los socialistas afines a José Antonio Diez se había fraguado el pasado mes de diciembre cuando el alcalde de León y secretario general de los socialistas en la capital se autodescartó en la posibilidad de dar el salto al escenario provincial.

Había entonces muchas voces que animaban a Diez a pugnar con Javier Alfonso Cendón por ese liderazgo. Pero entonces el también alcalde decidió dar un paso atrás. «Al final se ha optado por un pacto de no agresión, José Antonio no putea a Cendón y Cendón no lo hará cuando toque elegir al secretario general en la capital», se aseguró entonces.

El pacto de no agresión tenía sus apéndices. En diciembre la agrupación de León capital había llevado a Ferraz una queja formal por la entrada en la agrupación más importante de la provincia (León capital) «casi por la puerta de atrás» cerca de 300 afiliaciones de «Folgoso, Fabero, Bembibre». La protesta no prosperó en los órganos del partido.

Eran afiliaciones que se habían colado para restar poder a José Antonio Diez, pero «de aquellas se acordó que no se utilizarían esas afiliaciones en contra del secretario general local».

Cuatro meses después, ni lo uno ni lo otro. El pacto de no agresión ha saltado por los aires tras la entrada en escena de Pilar Carnero y la 'reactivación' de las más de 200 fichas de afiliaciones que el día 4 «con seguridad» jugarán «en contra de Diez». En ese escenario «el escenario es bélico».

En el seno del PSOE capitalino «hay un odio a José Antonio que está por encima de los intereses del partido» hasta el punto de «hacer que desembarquen casi 300 afiliados bercianos en León que ahora pueden dar un vuelco a la agrupación de la capital».

En ese escenario la última afirmación es rotunda: «Si José Antonio no es el secretario general de la agrupación de León no va a ser candidato del PSOE».

La agrupación local del PSOE en la capital contaba el pasado año con cerca de 600 afiliados, un número que se ha multiplicado tras ser 'engordada' con casi 300 fichas de militantes llegados principalmente del Bierzo y que en su momento Ferraz consideró perfectamente legales.