La Policía detiene en Gijón al asesino de una mujer en un crimen cuya búsqueda alcanzó León

Según informa la Policía Nacional a través de una nota de prensa, agentes de la UFAM ( Unidad de Familia y Mujer ) y de la UDEV ( Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) de la Comisaría de Gijón «trabajaron en varias líneas de investigación, revisaron grabaciones, recabaron testimonios y reconstruyeron las últimas horas de la vida de Lorena». El Juzgado de Instrucción de Guardia ha decretado el secreto de sumario de las diligencias.

Nadie en la Comisaría de Policía Nacional de Gijón ha dejado de trabajar desde que el lunes apareciese el cuerpo sin vida de Lorena Dacuña, acuchillada en su domicilio de la calle Callao, en La Calzada. La práctica totalidad de los efectivos disponibles han sido movilizados a fin de esclarecer las causas del crimen y dar con su autor. No se descarta ninguna hipótesis, pero el nombre de José M. S. M., expareja de la víctima, está sobre la mesa desde el principio. Tras conocer sus antecedentes por malos tratos y comprobar que el hombre llevaba desde el sábado sin aparecer por la sidrería donde trabaja, la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional, a cargo de la investigación con el apoyo de la Policía Judicial y el resto de brigadas de la comisaría de Gijón, diseñaron un ambicioso operativo que permitiese dar con él en el menor tiempo posible.

La operación, que se mantenía activa este miércoles, no se limita únicamente a Gijón y sus alrededores. Según ha podido saber El Comercio varios investigadores asturianos se desplazaron hacia León donde creen que pudo haber huido el sospechoso, el cual dispuso de casi un día completo para darse a la fuga. De hecho, tras investigar su entorno, los agentes han podido saber que el hombre, que sirvió en la Legión durante varios años, mantiene una estrecha relación con un excompañero residente en la capital leonesa, lugar donde podría estar escondido.

Mientras avanza la búsqueda, la ciudad permanece completamente blindada. Policías vestidos de paisano patrullan las calles de forma incesante, se han establecido controles en las principales salidas y se persigue de forma exhaustiva cada uno de los detalles que puedan suponer una pista sobre el paradero del presunto autor del crimen, quien en los días anteriores al suceso había insultado y amenazado a la víctima tras enterarse de que esta estaría quedando con otro hombre.

A medida que van pasando los días, un nuevo caso de violencia de género se confirma como la principal hipótesis. Otras opciones, como un posible robo, han quedado prácticamente descartadas, después de que la cartera y el móvil fueran hallados en el domicilio de la víctima. Este último dispositivo se encontraba en la entrada de la vivienda con manchas de sangre, lo que hace pensar a los investigadores que el asesino lo habría apartado deliberadamente de la víctima para evitar que esta pudiese pedir auxilio.

Otra de las hipótesis que pierde fuerza es que la muerte se produjese fuera del domicilio donde fue hallado el cadáver. Pese a que en un principio se barajó la posibilidad de que hubiese sido acuchillada en su propio vehículo, los primeros análisis realizados en el interior del turismo desecharían por completo esta opción, al no existir restos de sangre. El Citroën C3 color rojo, ahora en dependencias policiales, había sido comprado por la víctima, aunque figuraba a nombre del ahora principal sospechoso del crimen. El lunes se encontraba aparcado a la puerta del domicilio con las puertas desbloqueadas, un aspecto al que la familia quita relevancia al asegurar que la mujer llevaba varios días con la llave del coche estropeada.

Mientras se desarrolla la búsqueda, la Policía ha registrado el domicilio del sospechoso, ubicado en el centro de la ciudad y que compartía con otra persona. Los agentes también hicieron lo propio en la vivienda donde residía la víctima y tuvo lugar el crimen, de la que se han recogido varios cuchillos de cara a ser examinados y recabar pistas sobre si alguno de ellos pudiera ser el arma del crimen.

Nada más conocerse la muerte violenta de Lorena Dacuña, todas las miradas se giraron hacia José M. S. M., su última pareja conocida y con la que había roto el pasado mes de noviembre tras ocho años de relación. Mayor que ella y con hasta tres condenas por malos tratos de relaciones anteriores, el hombre no se había tomado bien la ruptura, a la que reaccionó de forma violenta iniciando un acoso que alcanzó su punto más agresivo en los días anteriores al crimen. Una realidad que lo convirtió desde el primer momento en el principal sospechoso que manejaron, y a día de hoy manejan, los investigadores.

Desde el entorno más próximo a Lorena dan por hecho que esta fue asesinada por su expareja. De hecho, la víctima habría trasmitido su preocupación en los días anteriores al crimen, a raíz de la agresividad mostrada por el hombre, a quien incluso tuvo que bloquear de varias redes sociales para eludir sus insultos y amenazas. Pese a los indicios, la detención del hombre se presenta clave de cara a esclarecer lo ocurrido. Un arresto que los agentes de la Policía confían en lograr completar en el mínimo tiempo posible.