El coste de la calefacción en León se multiplicará por dos el próximo invierno y podría llegar a triplicarse

La factura de la calefacción será el próximo invierno «impagable». No solo es el temor de los consumidores sino también de los administradores de fincas leoneses, que en las últimas semanas se esmeran en cuadrar «números que son casi imposibles».

La guerra de Ucrania, el incremento en los precios de combustibles y sus derivadas, han propiciado que el temor a un 'efecto multiplicador' en los precios se dispare.

Sea en calefacciones de gasoil, o de gas natural, el temor es latente. «El cálculo final de lo que puede pasar es hoy imposible, pero tenemos nuestras propias previsiones», se asegura desde el sector.

Los costes se han multiplicado tanto que las previsiones son «entre horribles y trágicas», según el sector.

sí, advierten, quienes tengan contadores «por horas de consumo», algo ya prohibido y en proceso de actualización, podrán ver cómo el precio del consumo «por hora de calefacción alimentada por gasoil pasará de una media de 1,20 euros a tres euros».

Pero no es el único baremo que se dispara. «Habrá subida de precios bestiales», se asegura. «Lo gordo no ha llegado y lo veremos en invierno», añaden fuentes del sector.

Más ejemplos. En los contadores por calorías, los vigentes, los precios se multiplicarán por 2,5 «en el mejor de los escenarios» tanto en gasoil como gas natural, incluso en este último caso el 'efecto multiplicador' será aún mayor. Así el kilovatio de gas natural pasará de tener un coste de 0,037 a los 0,14 céntimos.

Pero hay más. Quien tenga «una calefacción de carbón, siendo este de peor calidad que el que teníamos en León» verá como su factura se dobla al pasar el precio de los 200 euros la tonelada a los 300 euros.

Los administradores de fincas creen que el efecto será «tremendo» y en una doble dirección. Y lo resumen: «Quien pagaba 100 euros de comunidad pasará a pagar de media unos 150 euros. Y si pagaba 150 euros de calefacción, con el mismo consumo pagará 300 euros».

Será, advierten, un invierno de «pobreza energética» y «todos debemos prepararnos para lo que nos viene encima».

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