Correos, estancos, cajeros y furgonetas, las soluciones para paliar la pérdida del 40% de entidades bancarias de León

Una de las opciones son los cajeros automáticos. Es la más sencilla para los bancos, pero la que menos convence a los responsables de la institución. Además la población tan envejecida de la provincia hace que esta no sea la mejor opción a seguir. Otra de las opciones que se baraja es un vehículo, bien sea un autobús o una furgoneta, con personal específico y cualificado, además de cajero incorporado que pase por las diferentes localidades.

La opción que, para el presidente de la institución, más peso tiene es un convenio con Correos, del cual ya dispone de un borrador. León estudiaría esta opción que se está llevando a cabo en otras zonas para adaptarla a las necesidades de la provincia. Con esta vía se busca que el personal de Correos sea un apoyo a las personas mayores a la hora de llevar a cabo diferentes gestiones bancarias. Además, Morán ha destacado que también tiene la posibilidad de actualizar las cartillas bancarias.

Finalmente, hay otra posibilidad que apareció en los últimos días y es que sean los estancos quienes den estos servicios. Sin conocer con exactitud cuáles serán las características de cada una de las opciones, Eduardo Morán ha remarcado que «queremos una red que de un buen servicio en el medio rural, y a mi los cajeros me parecen insuficientes».

Los datos que maneja el Banco de España son demoledores, ya que en Castilla y León el pasado año había 1.660 oficinas bancarias operativas, lo que supone un 45,4 por ciento menos que hace diez años y el cierre de 1.383 establecimientos en una década. Sólo en 2020, el año de la pandemia, se clausuraron en la comunidad 179 oficinas bancarias.

En este sentido, los datos de la provincia leonesa tampoco son esperanzadores, aunque se sitúan en mejor posición que la media de la comunidad. Y es que León perdió el 40,7% de las sucursales, hasta 312 el pasado ejercicio.