El coronavirus paraliza León

León no es hoy el mismo que ayer y no será igual que el de este fin de semana, o el próximo lunes. La situación, cambiante la pandemia del coronavirus, deja fotos imposibles hasta la fecha.

Guarderías, colegios y universidad cerrados desde este lunes, centros culturales y sociales también cerrados al público y la recomendación de mantenerse en las casas dejan una imagen histórica e inédita en la sociedad leonesa.

A ello se suma una alerta sanitaria que también cambia los usos sociales. No hay apenas viajes en los buses urbanos, la provincia se adentra en los escasos escenarios en los que es posible el teletrabajo y las consecuencias económicas comienzan a hacerse visibles a la espera de decisiones por parte del Gobierno que puedan aliviar las enormes pérdidas previstas en todas las empresas pero especialmente en el sector de las pymes.

Durante varias semanas (el número sigue siendo indeterminado) León va a cambiar su piel y va a reestructurar el tejido social por un virus para el que no hay vacuna y solo consejos que permitan soportar su paso y, en los casos más graves, plantear un enorme reto a la sanidad pública.

A la espera de que el temporal amaine (las previsiones más pesimistas fijan una dilación de cuatro meses) León intenta recomponerse de una parálisis obligada en la que el compromiso de toda la sociedad es determinante para alcanzar el mejor fin posible.

Una vez finalizado el Covid-19 León no volverá a ser el mismo porque la actual crisis sanitaria nunca había tenido lugar y no admite ni siquiera comparación con la denominada 'gripe española'.