El corazón de 'lolo' sigue latiendo en el García Bellido

Ese mismo impulso que consideran fundamental para construir una sociedad más sosegada es el que reconocen de manera anual a través de este premio confeccionado a mano por los alumnos de Formación Profesional del centro y que la hija del dibujante, Laia, recibía emocionada, «está muy bien que se le regale un corazón porque mi padre le prestaba el corazón a todo el mundo así que qué menos que en su cumpleaños reciba uno».

La cuarta edición de estos premios distinguían al recientemente fallecido dibujante leonés José Manuel Redondo, Lolo, por su compromiso con la sociedad leonesa, por despertar el espíritu crítico a la sociedad, pero sobre todo por su bondad. Un premio que, según afirmaron desde el centro, sale del corazón.

Un reconocimiento al que no han querido faltar el alcalde de la capital, José Antonio Diez y la delegada territorial de la Junta de Castilla y León, Ester Muñoz, y en el que han querido poner en valor la importancia del legado de Lolo para la juventud leonesa.

Diez lamentó la pérdida prematura del dibujante y viñetista por todo lo que tenía por vivir, aprender y enseñar, «creo que Lolo era, es y será un gran referente para la juventud leonesa porque entre las virtudes que atesoraba quiero destacar el amor a su tierra, a esta nuestra tierra, su defensa a ultranza de León y lo leonés, y su disposición siempre para ayudar y colaborar. Lolo es lo que muc hos queremos ser y representar y por ello creo que no hay ganador más justo para este premio de la concordia que Lolo», aseguró el alcalde.

Además, quiso adelantó que el Ayuntamiento está trabajando en un reconocimiento para el artista así como un espacio dedicado a sus personajes en el nuevo parque de las Tierras Leonesas que se está construyendo en La Palomera.

Ester Muñoz también dedicó unas palabras de cariño para Lolo poniendo en valor dos enseñanzas que el dibujante ha dejado para toda la sociedad, «si algo define a Lolo es que era una persona libre, decía lo que quería, opinaba lo que quería, creía en lo que quería y aunque resulte una paradoja a veces decía mucho sin decir palabra, con dibujos. Y junto a esa libertad y esa importancia de que cada uno seamos quién queramos, que creamos en lo que queramos y que nos expresemos como queramos, creo que hay una segunda enseñanza que también es muy importante, y ahí creo que los políticos tenemos mucho que aprender de Lolo, se puede decir siempre lo que uno piensa, se puede pensar como uno quiera, se puede decir a los demás, se puede criticar, se puede ser incisivos, se puede ser satírico como era Lolo, pero lo más importante: sin ofender al de enfrente» aseguró.

Un reconocimiento entregado con el corazón a un corazón que dejó de latir demasiado pronto pero que seguirá presente en los pasillos del que fue su instituto.