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R. TRAVESÍ
Valladolid
Domingo, 8 de septiembre 2019, 12:39
El consumo de electricidad en el sector de la industria y los servicios en Castilla y León siguió al alza en 2018, con unos incrementos del 2,2 por ciento con respecto al año anterior y del 8 por ciento en relación al inicio de ... la crisis económica en 2008. La demanda de energía eléctrica por parte de las fábricas y los comercios en la comunidad se situó el ejercicio pasado en los 9,4 millones de megavatios hora (MWh) frente a los 9,2 millones registrados en 2017 o los 8,7 millones de 2008.
La última memoria del Ente Regional de la Energía (Eren) recoge que el consumo total de la energía eléctrica en la autonomía también aumentó un 2,1 por ciento, hasta los 12,5 millones de MWh, después de que la demanda de electricidad por parte de los pequeños consumidores para uso doméstico se incrementara un 1,9 por ciento.
El incremento en el consumo de energía de las empresas es uno de los indicadores de la mejora de la actividad económica. No en vano, una mayor demanda de electricidad suele estar relacionada con un incremento de la producción. Y así lo atestigua el Índice de Producción Industrial (IPI) en Castilla y León que cerró 2018 con un incremento del 1,1 por ciento, tres décimas más que la media nacional, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Otra cosa es la tendencia a lo largo de 2019, con un IPI regional que acumula caídas durante los últimos meses analizados (abril, mayo y junio).
Además, el consumo de luz en la industria del conjunto del país cayó un 0,9 por ciento en el segundo trimestre de 2019, según el índice de Red Eléctrica Española (RE). Especialmente preocupante es el dato relativo a la industria del automóvil –con un peso importante en la comunidad-, en que el consumo de electricidad entre abril y junio se desplomó un 11,9 por ciento, relacionado con la caída de ventas en España y el freno de las exportaciones.
La subida del consumo de la electricidad en el uso industrial y servicios en la Comunidad coincide además con el esfuerzo de las empresas por una gestión eficiente de la energía, que se ha convertido en los últimos años en una de sus principales estrategias medioambientales. Todas las provincias experimentaron subidas en la demanda de energía a lo largo de 2018, salvo los casos de las industrias, comercios y establecimientos de hostelería de Ávila, donde cayó un 2,3 por ciento (hasta los 390.200 MWh), seguida de Valladolid y Zamora, con un 0,8 por ciento en cada caso (hasta los 2 millones y 44.085 MWh, respectivamente).
El mayor incremento del consumo de electricidad para uso industrial y servicios estuvo liderado por la provincia de Soria, con un 7,8 por ciento más (618.647 MWh). El aumento de la demanda también fue importante en Segovia (4 por ciento y 643.322) y Burgos y León (3,7 por ciento, con 2 millones y 1,4 millones, respectivamente). La lista se completa con las subidas de Salamanca (2,7 por ciento y 967.121) y Palencia (1,6 por ciento y 850.127).
El peso industrial de las provincias de Valladolid y Burgos tiene su incidencia en el consumo total del sector en la comunidad. No en vano, ambos territorios suman el 43,6 por ciento de la demanda eléctrica de las fábricas y los servicios. En cuanto al consumo por usos, los clientes del sector industrial y servicios acaparan el 75,1 por ciento del total de la demanda de electricidad de la región frente a menos del 25 por ciento de los particulares.
La memoria del Eren, a la que ha tenido acceso la Agencia Ical, señala que Castilla y León sumó 12,5 millones de megavatios hora en 2018, con una subida del 2,1 por ciento con respecto al año anterior. Este dato se completa con el Informe del Sistema Eléctrico Español del 2018 de la Red Eléctrica de España (REE) que recoge que la Comunidad fue la tercera comunidad del país donde más subió el consumo de electricidad, con un incremento del 1,5 por ciento. Solo Murcia y Valencia, con un 2,5 y un 2 por ciento, respectivamente, estuvieron por delante de Castilla y León. Estos porcentajes son muy superiores al aumento de la media nacional, que fue un 0,7 por ciento, lastrado con caídas como las de Cantabria (-2,2 por ciento) y Cataluña y Canarias (-1 por ciento).
Las estadísticas de la REE sobre la demanda de energía eléctrica no coinciden con las del Ente Regional de la Energía puesto que la Red Eléctrica ofrece cifras una vez corregida la influencia de las temperaturas y de la laboralidad.
Pese a que el consumo total de electricidad aumentó un 2,1 por ciento en la comunidad en 2018 y, por tanto, acumula cuatro años consecutivos de incrementos después de marcar el mínimo en 2014, con 11,7 millones de MWh, y sumar seis ejercicios de caídas. Ese ejercicio fue el registro más bajo desde 2006. Los 12,5 millones de megavatios a la hora registrados el año pasado están más cerca de los 13 millones de MWh contabilizados en 2008.
Los incrementos de 2016 (1,5 por ciento), 2017 (0,2 por ciento) y 2018 (2,1 por ciento) han permitido que la demanda de electricidad se acerque a los valores de inicio de la recesión. El fuerte empuje del consumo en la industria tiene su contrapunto en el importante descenso de la demanda de electricidad por parte de los hogares. Frente a los 3,9 millones de megavatios registrados en 2008 por los particulares están los 3 millones del año pasado, con una caída del 23,6 por ciento. Y eso que entre 2018 y 2017, hubo un incremento cercano al 2 por ciento.
En la línea de las bajadas experimentadas por parte del sector industrial y servicios, solo Valladolid y Ávila registraron bajadas en el total del consumo. Las bajadas oscilaron entre el 0,57 por ciento de la provincia vallisoletana (2,6 millones de megavatios hora) y el 0,1 por ciento de Ávila (623.213 MWh). Los incrementos estuvieron liderados por Soria (6,7 por ciento y 745.331 MWh) y Segovia (4,2 por ciento y 902.401 MWh), seguidos de Burgos (3,3 por ciento y 2,4 millones), León (3,2 por ciento y dos millones de MWh). Cierran la lista de subidas Salamanca (2,8 por ciento y 1,4 millones), Palencia (1,3 por ciento y un millón) y Zamora (0,03 por ciento y 687.033 megavatios hora).
La memoria del Eren también recoge el importante consumo de gas natural en la Comunidad, con un incremento total del 9,2 por ciento a lo largo de 2018, en contraposición del descenso experimentado en España, donde la demanda de esta energía bajó un 0,2 por ciento. Salamanca despuntó con una subida del 37,1 por ciento, seguida muy de lejos del 12 por ciento de Ávila y del 11,9 por ciento de Burgos. Otros territorios como Valladolid (6,3 por ciento), Segovia (6,1 por ciento) y León (4,3 por ciento) registraron subidas más moderadas. Cerraron la lista Soria (3,7 por ciento de aumento) y Palencia (3,3 por ciento). La única bajada en cuanto al consumo de gas natural tuvo lugar en Zamora, con un 11,7 por ciento menos.
Por último, la memoria del Ente Regional de la Energía incluye el consumo de hidrocarburos que subió un 3,9 por ciento en la Comunidad, con 3 millones de toneladas. Se trata de un porcentaje por encima de la media nacional, que fue del 2,1 por ciento.
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