La constructora de la calle La Rúa culpa del deterioro en la zona a los retrasos de la Administración

De este modo desde la promotora Lino Casquero se advierte de que las fachadas de los inmuebles «18 y 20» podían ser «derribadas sin permiso previo alguno de Patrimonio« al tratarse de edificios en el «Camino Francés sin regulación».

De hecho, se matiza, la apuesta por su conservación se realizó atendiendo «al Plan Especial de la Ciudad Antigua» que permitía «construir 'bajo cubiertas' si se mantenían las fachadas». «De ahí que fuera la propia constructora quien apostara por su conservación para no hacer dúplex y sí este modelo de vivienda».

No ocurría lo mismo en la fachada del inmueble «número 16» cuya conservación patrimonial «era obligatoria».

Sin embargo, según se ha remarcado este lunes por parte de la representación legal de Lino Casquero, los retrasos en la toma de decisiones por parte de Patrimonio ocasionaron un daño «irreparable» en la zona.

«Patrimonio nos pidió vaciar el solar al 33 por ciento, motivo por el que se realizó un enraizado del solar para acometer el mismo. Más tarde se nos indicó un vaciado del cien por cien en la zona, por lo que se advirtió que el enraizado era insuficiente para acometer una actuación de ese calibre. El solar ha estado siete meses abierto, se comunicó de forma reiterada que el enraizado era pobre para un vaciado de ese calibre y cuando se nos contesta que efectivamente tenemos razón el deterioro estructural era tan importante que se abrió por completo la acera de la calle La Rúa. Y eso es lo que ha ocurrido», se advierte.

En ese punto «y con los inmuebles próximos en riesgo» se optó «con buen criterio desde el Ayuntamiento» por abordar el derribo de las fachadas. Una decisión, se insiste, que lejos «de beneficiar a la constructora nos causa un enorme daño patrimonial al perder un total de 13 pisos 'bajo cubierta' y que ha llevado directamente a seis desistimientos de clientes».

«Todo lo que se ha dicho de que la empresa derribó las fachadas para construir más es simplemente mentira, una falsedad. La empresa ha sido dañada por una decisión tardía de Patrimonio que nos deja con la obligación de elaborar un nuevo proyecto de obra y perder una parte importante del proyecto realizado».

Desde Lino Casquero se ha lamentado las informaciones «malintencionadas» que en nada respetan la verdad de los hechos y «confunden a nuestros clientes y a la sociedad en general».