El conflicto del taxi en León salta al alfoz: «O estás con ellos o no trabajas»

Mientras en León se habla de «buena cordialidad», en el alfoz la opinión es bien distinta. El latente conflicto que existe entre Radio Taxi y las licencias que tienen su parada en Villaquilambre, San Andrés del Rabanedo, Valverde de la Virgen u Onzonilla tiene su ejemplo en la retahíla de denuncias y quejas públicas que existen. Una situación que ya ha llegado a la Consejería de Movilidad de la Junta de Castilla y León y de la que están enterados los ayuntamientos afectados.

El origen del problema se encuentra en los servicios que Radio Taxi realiza fuera del ámbito de actuación del municipio de León. Una situación que justifican en base a la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres de 2018 por la que pueden realizar servicios fuera de su municipio siempre y cuando el destino del usuario sea ese municipio.

Sin embargo, en la Consejería, y debido al «conflicto existente» con una de las licencias de Villaquilambre y Radio Taxi, se ha tenido constancia de que hay taxis de León que se desplazan al alfoz «incumpliendo» lo establecido en esa ley. A través del Servicio Territorial de Movilidad y Transformación Digital de León, se ha solicitado la colaboración de la policía local para detectar «posibles infracciones», así como la formulación de cuantas denuncias sean pertinentes.

El Ayuntamiento de León recuerda que el servicio se inicia en el término municipal al que corresponde la licencia -León- y que se habilita, a través de la Consejería de Movilidad, a realizar tráficos interurbanos. «Los servicios objetos de contratación previa, el acceso de las personas al vehículo podrá efectuarse en distinto término municipal al de la licencia siempre que el destino sea León».

El portavoz de la Asociación Provincial de Taxistas de León, Miguel Ángel Matilla, y miembro de Radio Taxi, ha defendido la labor de sus compañeros. «Ellos invaden nuestro terreno y nosotros el suyo», explica. «El problema viene por la licencia 4 de Villaquilambre -Alfredo Arias- que lleva envenenado desde que dejó la emisora».

Un «problema entre taxistas» llevó a romper el acuerdo de Radio Taxi con Villaquilambre. Actualmente, dos de ellos están fuera de la asociación y reclaman que los coches de León «no pueden circular» por nuestra zona a la espera de clientes; pero desde el otro lado se defiende que estos viajes están justificados en función de la ley que les permite recoger clientes que descarguen en León. «Cada vez que voy a La Virgen del Camino, cuando recojo a un cliente me dice que le lleve a León en el 99% de las veces», expone Matilla, quien saca a colación la Hoja de Ruta que se debe completar en cada trayecto y que puede solicitar la Guardia Civil o la Policía Local. «Puedo recoger donde me manden si mi destino es León». Sin embargo, por protección de datos, en la misma no aparece ni teléfono ni nombre del cliente para cotejar la información. Quien hizo la ley, hizo la trampa.

Precisamente, la licencia 4 de Villaquilambre, la de Alfredo Arias, es quien está encabezando esta lucha del alfoz para defender los servicios de taxi en su territorio. Él pertenecía a Radio Taxi y tenía un acuerdo para que la asociación trabajara en el alfoz por las noches y en picos de demanda. Su salida hace unos años ha dividido al municipio que tiene tres taxis asociados y dos chóferes que van por libre. «O trabajas con nosotros o te quedas sin trabajo. O estás con ellos o no trabajas», lamenta el conductor que ve cada día como taxis de León «invaden» su zona para realizar servicios que les dirige la centralita principal del número que conocen todos los usuarios.

Su denuncia parte de que «muchos coches circulan por Villaquilambre porque así les salta la llamada» lo que ha generado que muchas paradas de León «queden vacías» en los últimos tiempos. «Llamas a un taxi para Villaquilambre, te lo coge la central de León y te mandan a ellos. Y mi compañero y yo nos quedamos fuera». Reconoce que él también intenta recoger en León y recibe «insultos» por comprar una licencia en un pueblo y trabajar en León. «Por cada uno que me quitáis voy a intentar quitaros otro», advierte. Y pide a los taxis asociados «que se encarguen de Renfe o Ramón y Cajal, que siempre tuvo fila y ahora no hay» para que dejen de estar en el alfoz.

Como solución plantea que la mancomunidad del Área de Interés General de León y su Alfoz incorpore al sector del taxi.

Su compañero en Villaquilambre, Israel Santos, se alinea con la denuncia de Alfredo. «El problema lo generan ellos -asociados de Radio Taxi- que no se ajustan a la normativa para recoger en municipios». Recuerda que es «obligatorio» recoger los datos de cualquier cliente de fuera de su municipio y preguntar adónde se dirige. «No preguntan y eso se puede comprobar con cualquier llamada. Lo ponen por defecto en el sistema y por defecto pone León. El 80% irán a León, pero no todos».

También critica que los taxistas de la capital «estén atendiendo mal su casa y atiendan la de fuera» y que, además, los ayuntamientos no tomen medidas. «Con dos sanciones valdría, pero no hay actitud por ninguna parte». A él le expulsaron de Radio Taxi en 2018 y critica a la junta directiva, no a los que fueron sus compañeros.

Además, considera que a Villaquilambre «le han quitado su servicio para darle otro peor» que se ha encarecido «hasta un 40%» -la carrera empieza en León y no en los pueblos del municipio- y pide el apoyo del ayuntamiento ante un actitud «ilegal».

San Andrés, La Virgen y Onzonilla

En La Virgen del Camino trabajan tres taxistas y uno de ellos es Juan Carlos López. «Tienen una jeta que se la pisan», describe de primeras la actitud de sus compañeros de León. «Los tengo grabados con la verde -luz que denota que el coche está disponible- y a mí incluso me quisieron pegar. Me quisieron quitar de cargar en pueblos cuando son fiestas». Y pone otro ejemplo: «Hace poco me llamó una monja de la Casa de Espiritualidad y cuando fui a recogerla no estaba; había pasado un taxi de León y la había recogido». Reconoce estar «aburrido» y recrimina que los asociados «no atienden su zona» y les ve constantemente por La Virgen, especialmente en fines de semana, «dando vueltas» en busca de sus clientes. La licencia 1 de Valverde de la Virgen trabaja mucho con militares de la Academia Básica del Aire que deja en Santo Domingo y le llaman para que vaya a por ellos. «Un día me quiso echar la Policía Local de León porque me decían que no podía estar y tuve que recogerles en otro sitio», denuncia.

Miguel Bardón es el único que trabaja en Onzonilla y reconoce que por allí «siempre van los de Radio Taxi León» haciendo hasta el 80% de su trabajo. «No sé qué solución habrá. A ellos les llama el particular, desde Radio Taxi, para que vayan a buscarles». También ha visto anuncios de estos vehículos en su localidad. «Nos quitan el trabajo y están todo el día por aquí». Aprovechando los viajes de León a Onzonilla también se mueven por la zona porque «dejan un servicio y van con la verde; nos quitan mucho trabajo. Se dedican más a andar por los pueblos que al servicio de León», con lo que entiende que en la estación de Renfe muchas veces no haya taxis de la capital. «Les interesa estar más por aquí porque por la ciudad sacan 4 euros por carrera y hasta aquí sacan 15».

La situación en San Andrés del Rabanedo «no es tan escandalosa» como en Villaquilambre, reconoce David Locci. Son 25 licencias en este municipio y tienen trabajo, pero se nota la presencia de los vehículos de Radio Taxi por las noches. «Me paso una hora entre servicio y servicio y les veo bajar 20 veces». Este taxista «entiende» el papel de aquellos que cogen una licencia en la capital leonesa -que puede ser hasta 15.000 euros más cara-, pero lamenta el abuso de poder que les da ser el número de referencia del ciudadano. «No van a querer arreglarlo porque ya lo hacen. En Trobajo, en fiestas como Villabalter o Azadinos, los servicios los copan ellos y un día me llamaron la atención en mi propio municipio porque les quitábamos clientes», subraya.

Todos ellos coinciden en que la solución pasaría por mancomunar el servicio y que estuvieran todos en la misma emisora. Sin embargo, las discrepancias entre muchos de ellos imposibilitan, de momento, encontrar un camino de unidad.

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