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La Audiencia Provincial de León ha condenado a un hombre a doce años de prisión por un delito de abusos sexuales continuado a una menor de 16 años con acceso carnal. Además, esta sentencia recoge también una indemnización a la víctima de 30.000 euros.
La sentencia impone así la pena de prisión máxima por este tipo de delito y señala que el acusado se prevalió de una relación de superioridad para ejecutar las hechos, ya que no podía existir el consentimiento puesto que la víctima era menor de 16 años.
Según el auto judicial, el condenado mantenía una relación de amistad desde hacía muchos años con el padre de la niña, además de ser vecinos. De esta manera, el condenado inició una relación de cercanía con la menor hasta el punto de que cuando el padre estaba trabajando dejaba a la menor a su cuidado del condenado.
De esta manera, el ahora condenado a prisión se encargaba de preparar la comida y se encargaba de ella cuando volvía del colegio, hasta el punto de que la menor le veía como «un segundo padre», según se expone en la sentencia.
Creada esa relación de cercanía y confianza, cuando la menor contaba con trece años de edad el condenado comienza con conductas de acercamiento sexual que fueron incrementándose hasta un día de 2017, cuando la víctima tenía 13 años, que comenzó a penetrarla por vía vaginal. A partir de ese momento estas conductas se produjeron de forma persistente durante dos años, a veces prácticamente a diario.
Esta sentencia impone, además de la pensa de prisión, otras penas accesorias y medidas de seguridad y en concepto de responsabilidad civil por los daños morales causados, deberá indemnizar a la menor en 30.000 euros y se puede recurrir ante el Tribunal Superior de Justicia.
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