Y de repente toda la comunidad universitaria enmudeció. El silencio era pesado, cortante y dolía como nunca. Silencio y lamentos. Sólo interrumpido por algún sollozo de quienes conocían y disfrutaban de Mario Fuentes.
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El joven era alegre y estaba lleno de vida. Todos ... los que le conocieron en esta corta etapa en León dicen lo mismo, los recuerdos del varón, natural de Colindres, están llenos de elogios.
Yeste lunes, 17 de mayo, en las puertas de la que durante nueve meses fue su Facultad, su segunda casa en León y la ilusión de su futuro, el silencio se hizo protagonista.
Estamos aquí para rechazar la violencia y tener un momento de recuerdo a Mario, un estudiante que nos deja y es algo que no podemos sobrellevar en la facultad», ha explicado el decano de la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte de la ULE, Juan García
Profesores, representantes de la comunidad universitaria, compañeros, amigos y sus padres han llorado y recordado a Mario Fuentes. «La comunidad universitaria no estaba preparada para esto, nos ha roto los esquemas y ahora solo podemos acordarnos de la familia y darles el pésame y el máximo apoyo», apunta el decano de la Facultad.
Una concentración que que al unísono tuvo lugar en todos los centros universitarios de León, aunque sin duda la más multitudinaria fue la de su facultad, donde medio millar personas arroparon a la familia en este duro tránsito.
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Un minuto de silencio que se alargó en el tiempo. Y que se rompió con un aplauso lleno de fuerza, un aplauso por él, por Mario.
Sus padres, llegados de madrugada en la noche del domingo, tan pronto como pudieron y tan tarde como les dieron aviso del suceso, presidieron el acto. Pero rotos de dolor no tuvieron fuerzas para nada más que agradecer a los asistentes su presencia. Sus ojos lo decían todo.
Amigos y compañeros más cercanos del joven asesinado en la madrugada de este domingo en la capital leonesa se han fundido en un triste abrazo con los padres de Mario Fuentes. León llora una muerte injusta y la comunidad universitaria enmudece.
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El vicerrector de Profesorado de la Universidad de León, Miguel Ángel Tesouro, que participó en la concentración y minuto de silencio celebrado ante el Edificio del Rectorado, se mostró «sorprendido y angustiado» en nombre de toda la comunidad «por lo ocurrido en el Campus y por el fallecimiento del estudiante de Educación Física».
En nombre la Universidad de León, Tesouro se sumó al pésame a «familiares, amigos, compañeros y profesores del estudiantes» y lamentó que «sucedan estas cosas motivadas por la situación de pandemia y por la costumbre de los jóvenes de hacer botellones incontrolados».
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En el instituto Valentín Turienzo, en Colindres, donde Mario Fuentes cursó sus estudios de Bachillerato hasta el pasado año, el silencio lo ha inundado todo. Pasadas las doce del mediodía de este lunes, decenas de estudiantes han salido al patio del centro para rendir homenaje a su compañero y amigo, pues algunos de ellos habían compartido clase con él el curso pasado.
Ha sido un acto sobrio, en el que se han leído tres poemas. 'Ausencia', de Jorge Luis Borges; 'Elegía', de Miguel Hernández, y el momento más emocionante ha llegado con la lectura de 'Canción de cuna para dormir a un preso', de José Hierro, al que cambiaron el título por el de 'Canción de cuna para dormir a un amigo'.
«Ha sido muy emotivo y creo que nos hacía falta para sentirnos unidos frente a la pérdida de Mario», ha resumido el director del centro, Gerardo Carbajo. Los jóvenes han hinchado globos de tres colores: dorado, oscuro y blanco, y los han colgado de las verjas del patio. Uno por cada alumno. «Es nuestra forma de simbolizar que estamos todos», ha dicho un excompañero de Mario.
Esta mañana no hubo clase en muchos de los cursos. «Prefiero salir con ellos a dar un paseo por las marismas de Santoña», ha resumido un profesor, consciente de que con el corazón encogido y los ojos vidriosos, ninguno de los jóvenes ha estado en condiciones de atender a ninguna clase.
Mario recibió una puñalada en el pecho en la madrugada del domingo, entre las 3.30 y las 4 horas de la mañana, cuando el joven, que estaba acompañado de unos amigos haciendo botellón y un grupo de seis personas -según el relato de testigos-, se acercó a ellos y comenzó a agredirles.
El agresor fue detenido en el mediodía del domingo en su domicilio y este lunes ha pasado a disposición judicial. El juez del Juzgado número 5 ha decretado secreto de sumario.
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