Compromís seguirá siendo la mano derecha la UPL en Madrid para evitar que León sea «invisible»

Pero León, han lamentado, no es la excepción. Muestra de ellos, unos presupuestos generales que de nuevo vuelven a priorizar a las grandes capitales, al centralismo, «borrando del mapa la periferia de España, los grandes olvidados».

«Es la realidad de la España que hemos construido», señaló Mulet, que incidió en la situación de quiebra de la Comunidad Valenciana, «saqueada» en los últimos años y que comparte con León el problema de la despoblación, en un territorio donde el 80% de la población se concreta en la costa.

Una realidad, la del «abandono», que comparten otros territorios como Aragón o Extremadura y de la que no es ajeno el Reino de León. «La periferia siempre ha sido la gran olvida, invisible para el Gobierno, con independencia de las siglas políticas».

De ahí el paso al frente de Compromis para ser la «correa de trasmisión» de los problemas de León a nivel nacional frente a los senadores y diputados leoneses que son simples «peones a mercede de su partido. Un engranaje más del partido al que poco le importa su territorio».

En la misma línea coincidió Navarrete, que lamentó como los diputados y senadores de León, Zamora y Salamanca salen reivindicando en la prensa local «pero en Madrid o pocas o ninguna propuesta encima de la mesa. Somos más activos nosotros».

Y precisamente el motivo de su visita a León era el de analizar y evaluar junto a los dirigentes de la UPL los Presupuestos Generales del Estado y recoger las enmiendas de la UPL, que ascienden a 285 millones de euros, para posteriormente llevarlas al Senado.

Unos PGE que, según lamentó Mulet, no gustan ni en León ni en Zamora pero tampoco en Extremadura, Ceuta o Aragón. Al fin de cuentas, denunció, son unas cuentas «que desestructuran el territorio».

Son sólo alguno de los motivos que empujaron a Compromis a crear una alianza con la UPL para defender los intereses de León, convencidos de que es tiempo de unidad, para sembrar complicidades y construir otra España, tras un modelo autonómico fallido.

«Llevamos 40 años de modelo autonómico, un experimento y, como tal, a veces puede salir mal. Y lo que no funciona hay que cambiarlo. De ahí la necesidad de que las hormigas se unan para poder comerse al elefante», remarcó Mulet, que remarcó su compromiso con León, una tierra a la que seguirán dando altavoz en Madrid.