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La Audiencia Provincial de León acoge el juicio por el tiroteo de Villaobispo en 2008. Tras el aplazamiento por la crisis sanitaria la sala ha acogido este lunes la primera sesión del juicio. Será un jurado popular quien determine la inocencia o culpabilidad de los ... dos acusados de matar a un hombre en medio de un tiroteo en la localidad leonesa.
Los dos hermanos, que declararon en la mañana de este lunes, han mantenido su «inocencia». La defensa de F. M. M. F. se basa en que «no hay prueba de que estuvieran ahí, pero en el caso de que consideren que estaban, lo único que hicieron fue defenderse de disparos previos»
Por su parte, la defensa de M. M. F. insiste en que no estaba en el lugar y pide que se tenga en cuenta las declaraciones de los testigos ya que «ninguno de los testigos presenciales abalan los hechos expuestos por el Ministerio Fiscal».
El acusado F. M. M. F. se ha negado a responder a las preguntas del Fiscal y sólo ha declarado en respuesta a las preguntas de su abogado. En este sentido, ha asegurado que en aquellos años él era adicto al consumo de «cocaína y heroína» y que lleva limpio «desde hace unos tres o cuatro años».
Por otro lado, ha respondido que «no ve bien de cerca» y que no se enteró de los hechos hasta que «vinieron a detenerme».
Por su parte, M. M. F. también se ha declarado inocente y mantiene la misma postura que su hermano y «sólo declara a las preguntas de su abogada». Ha recordado que «no tuve ningún enfrentamiento» con esa parte de la familia y ha mantenido que «no estaba en Villaobispo» en el momento de los hechos insiste en que nunca ha estado en ese pueblo y «ni sabía que existía». Aunque después ha explicado que «en ese pueblo vivía mi madre, aunque llevaba muy poco tiempo».
El acusado vivía en Madrid en esos momentos y ha mantenido que se enteró del crimen «cuando me llama mi madre ese día y me lo dice». Tras eso, a los días le hablan de una baliza GPS encontrada en el vehículo de su hermana que sí vivía en Villaobispo con la madre y ha asegurado que «temí por mi vida» a raíz de conocer esos datos.
M. M. F. recordó que «estuve diez meses de prisión provisional» tras ser detenido diez años después de los hechos. Un tiempo en prisión que le han causado «muchos problemas de todo tipo porque nunca tendría que haber entrado ahí por una confusión que espero que ahora se aclare».
La letrada de M.M.F. insistió en varias ocasiones sobre la inocencia de su defendido y se dirigió al jurado popular explicando que «no entiendo de que le acusan y ustedes pensarán lo mismo cuando acabe el juicio».
«M. no estaba en el lugar de los hechos. Un mal reconocimiento llevan gente inocente a la cárcel», con estas palabras la abogada de uno de los acusados recordaba al jurado popular casos mediáticos como el de Marta del Castillo o el de Rocío Wanninkhof que han sido protagonistas de documentales en los últimos días.
La letrada remarcó que «la investigación se ha hecho sobre una presunción de culpabilidad».
El fiscal ha explicado al jurado popular antes del inicio de las declaraciones que «hay indicios suficientes para acusar a los hermanos, pero no para considerar que la muerte la causaron otras personas». Considera que se trata de un caso de «coautoría» ya que «las dos personas disparan para causarle la muerte a la víctima» y sin saber que arma usó cada uno es imposible determinar quien fue el que causó la muerte del joven.
El fiscal aprovecha este momento para explicar al jurado que en España «lo acusados no tienen la obligación de decir la verdad, ni de responder a todas las preguntas», por otra parte, «los testigos sí tienen a obligación de decir la verdad». Por ello, les pide que tengan en cuenta las declaraciones de todos los testigos que pasarán por la sala en los próximos días.
El fiscal también ha pedido que se reproduzca la declaración que J.R.F., hermano de la víctima, realizó cuando tuvieron lugar los hecho, ya que ha fallecido.
El letrado de F.M.M.F. ha querido explicar la situación que defiende su cliente asegurando que «estos señores -en referencia a la víctima y sus acompañantes- se van desde Extremadura a un pueblo de León y se desplazan con la idea de darse un paseo, pero en ese paseo van con pelucas, bigotes falsos, les habían puesto un GPS y llevan, al menos, un arma».
Con este relato pretendió explicar al jurado popular que su cliente «no estaba en el lugar», pero en caso de estarlo «actúa en defensa propia ya que la víctima fue quien efectuó el primer disparo».
Finalmente, la letrada de M.M.F. recordó al jurado que «hay presunción de inocencia» y se ha mostrado indignada asegurando que «no sé que hace este señor aquí sentado por unos hechos que no ha cometido».
«Se van a practicar muchas pruebas, van a escuchar incluso conversaciones telefónicas, yo también les pido que presten atención a los testigos presenciales, a los que han estado presenten en los hechos», remarcó la letrada. Y tras ello, insistió en que «también van a escuchar a policías y guardias civiles y tengan en cuenta que ellos también se equivocan y sobre todo, que los policías llegaron después no estaban allí cuando sucedió todo».
Los acusados, hermanos, residían en noviembre de 2008 en Villaobispo con su madre y su hermano y habían tenido discusiones con la familia de la víctima, así como enfrentamientos previos en Cáceres con armas de fuego.
Según mantiene el Ministerio Fiscal, el día de los hechos, en una calle situada entre las dos viviendas, estacionaron dos vehículos. A. R. F., la víctima, había venido de Cáceres en busca de los hoy acusados, se bajó del vehículo con una escopeta y efectuó un disparo. Cuando estaba al lado de su vehículo, los hermanos acusados portando una pistola y un revólver, desde la acera contraria efectuaron 10 disparos. Uno de los disparos impactó en el costado perforando el corazón y causando su muerte. Estos son los hechos que relata el fiscal y que han sido leidos por la letrada del Juez a los nueve miembros del jurado popular y los dos suplentes.
Los acusados estuvieron en paradero desconocido hasta 2018 que fueron detenidos, pero no se encontraron las armas utilizadas en el tiroteo.
Los hechos son constitutivos de un delito de homicidio por el que se piden 13 años de prisión y dos delitos de tenencia ilícita de armas con una pena de un año y seis meses de prisión. Además de una indemnización para la pareja, los hijos y la madre de la víctima.
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