León difunde su legado sefardí a través de un programa de visitas guiadas semanales a la Judería

Las personas interesadas ya pueden reservar plaza contactando con la empresa Ganda Turismo para las visitas del mes de septiembre, que tendrán lugar los días 16, 23 y 30. De cara al mes de octubre, las visitas se desarrollarán los días 7, 14, 21 y 28 y los interesados en reservar plaza deben ponerse en contacto con la compañía Leonesa Tours.

Durante este año, la ciudad de León ostenta la presidencia rotatoria de la Red de Juderías de España, la asociación que protege el legado judío de las distintas ciudades del país. Los guías que dirigirán las visitas en la capital leonesa están acreditados con el distintivo de calidad Rasgo, que entrega la Red. Además, estos profesionales están adheridos al sistema integral de calidad turística en destinos (Sicted).

Las primeras referencias a una comunidad judía en las inmediaciones de la capital leonesa datan de finales del siglo X. Los primeros hebreos de León se instalaron en las afueras de la ciudad, más concretamente en el cerro de La Mota, sobre el asentamiento romano de Puente Castro. Esta primera aljama fue arrasada por castellanos y aragoneses en 1196 y la comunidad se trasladó al interior de la ciudad, en el entorno de las actual plaza Mayor y de las vecinas plazas de Santa Ana y del Grano, con una sinagoga mayor ubicada en la actual calle Misericordia.

En esta época aparece la figura más relevante de la cultura y el pensamiento judío leonés, Moisés de León. Nacido hacia el año 1240, es autor del Libro del Zohar o Libro del Esplendor, que se considera la principal obra cabalística. Con el avance de la Edad Media y sus sucesivas crisis económicas, las epidemias asolan las ciudades y el trato tolerante hacia los judíos da paso al recelo de la población. Este cambio de actitud hace que a partir del siglo XIV se limiten los derechos del pueblo hebreo, lo que abre la puerta a ataques impunes por parte de los cristianos, como los infligidos por los Quiñones y los Lorenzana en 1449.

En 1492 los Reyes Católicos firman el decreto de expulsión de los judíos, poniendo fin a siglos de convivencia. Muchos decidieron convertirse, pero durante mucho tiempo se vieron amenazados por la sospecha de judaizantes.