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Las carreteras de Castilla y León se han cobrado la vida de 19 personas en lo que va de año, el mismo número que 2019. Esta estabilidad contrasta con el descenso de un 29 por ciento registrado en el conjunto nacional, donde se ha ... pasado de los 358 fallecidos contabilizados hasta el 11 de mayo, a 255.
A excepción de Castilla-La Mancha, donde la siniestralidad vial deja 22 fallecidos, uno más que el pasado año, y de Castilla y León, en el resto de las comunidades se registran caídas importantes como en Galicia, que suma 15 víctimas (-55,8 por ciento); Madrid, con 15 fallecidos (-55,5 por ciento) o Cataluña, con 35 muertos (-40,6 por ciento).
Por provincias, llaman la atención los casos de Valladolid, donde aún no se han contabilizado ninguna víctima mortal, después de que el pasado año ya se acumularan cinco, y de Zamora, donde tampoco ha habido fallecidos, por los dos del pasado año.
Por el contrario, la peor situación la presenta Burgos, que ha pasado de uno a cuatro fallecidos. En León son tres las víctimas mortales (+1); en Salamanca, cuatro (+1); en Segovia, tres (+2), y en Soria dos, (+1). En Palencia hay estabilidad y hay que lamentar un fallecido, mientras que en Ávila se registran dos fallecidos, uno menos que el pasado año.
Además, en los 17 accidentes mortales registrados en la carreteras de la Comunidad, se han contabilizado 12 heridos hospitalizados (+8) y ocho leves (+4).
Estos datos se producen después de un 2019 que se cerrara con el mínimo histórico de fallecidos en las carreteras de la Comunidad, con un total de 98 personas, mientras que otras 24 personas requirieron ingreso hospitalario, lo que supuso, con relación a 2018 de un descenso del 21 por ciento en las víctimas mortales y del 33 por ciento en heridos graves.
Los accidentes más graves registrados hasta ahora se registraron en Segovia y Burgos. El 2 de marzo dos personas fallecieron y una resultó herida de gravedad tras la colisión frontal de un turismo y un furgoneta en la N-VI a la altura de Navas de San Antonio (Segovia). Las víctimas fueron Jesús Velasco López, voluntario de la Agrupación de Protección Civil de El Espinar durante muchos años, y su padre.
Once días después, en la N-234, a la altura de la localidad burgalesa de Revillarruz, fallecieron dos mujeres. El suceso se produjo cuando el turismo en el viajaban se salió de la carretera por el lado derecho de la calzada y acabó chocando frontalmente contra una canalización de cemento. Como consecuencia del fuerte impacto fallecieron la acompañante y la ocupante de la parte trasera.
Entre las víctimas mortales también se encuentra un agente de la Guardia Civil de Tráfico de Salamanca, destinado en el puesto de Ciudad Rodrigo, que perdió la vida el 27 de abril como consecuencia de un accidente de tráfico que sufrió en acto de servicio al salirse de la vía con la motocicleta que conducía en el kilómetro 60 de la carretera SA-220, en el término municipal de El Maíllo.
Desde la declaración de estado de alarma, que ha provocado una drástica caída del tráfico, que en algunos días ha llegado a rozar el 90 por ciento, en especial durante la Semana Santa, en Castilla y León sólo se han registrado tres siniestros mortales. El accidente en el que falleció el agente de la Guardia Civil, un camionero que transportaba madera y falleció al volcar cuando circulaba por un camino asfaltado que transcurre desde La Adrada (Ávila) hasta el paraje conocido como 'El charco de la hoya', y un joven de 31 años que falleció la pasada semana en la carretera N-234, en Hontoria de Pinar (Burgos).
A nivel nacional, entre el 15 de marzo y el 7 de mayo, el número de accidentes mortales se ha reducido un 71 por ciento y el de personas fallecidas lo ha hecho un 69 por ciento. Así, 49 personas han fallecido durante el estado de alarma, en comparación con 159 personas fallecidas en 2019.
El estado de alarma, según datos de la Dirección General de Tráfico, ha producido también un impacto en la distribución de los accidentes mortales entre diferentes tipos de vías. Las autopistas y autovías han registrado 19 de las 49 personas fallecidas, un 39 por ciento del total, cuando este porcentaje suele estar en el entorno del 25 por ciento.
El accidente más frecuente durante el estado de alarma ha sido la salida de vía, que representa 31 de los 49 fallecidos, un 65 por ciento del total, frente a un 35 por ciento en el mismo periodo de 2019. Este tipo de accidente se encuentra frecuentemente asociado a distracciones y excesos de velocidad, dos factores de riesgo cuya aparición es favorecida por las bajas intensidades de tráfico que presentan actualmente muchas carreteras.
Asimismo, durante este periodo se obtienen datos preocupantes del uso del cinturón de seguridad en ocupantes de turismos y furgonetas: 10 de las 24 personas fallecidas no lo utilizaban en el momento del accidente.
Además, la DGT ha recalcado la necesidad de respetar los límites de velocidad establecidos después de realizar un un estudio realizado sobre una muestra de 170 tramos de control (radares fijo y de tramos) del comportamiento de la velocidad a la que circulaban los vehículos durante el estado de alarma y su comparativa con los mismos días del año anterior.
El informe constata un aumento de la velocidad de circulación de los vehículos ligeros a su paso por los puntos de control de velocidad. Concretamente durante el estado de alarma el porcentaje de conductores que circulaban con exceso de velocidad ha aumentado un 39 por ciento.
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