El juego de las chapas.

Las Chapas de Semana Santa: de jugar unos 'eurillos' a perder una casa

Desde Jueves Santo hasta Sábado Santo los corros regresan a numerosos bares de la provincia leonesa para seguir alimentando las anécdotas e historias acerca de este juego de apuestas

Domingo, 24 de marzo 2024, 09:14

Es uno de los misterio de la Semana Santa leonesa. Las Chapas es un juego de azar que unicamente cobra protagonismo en este época del año. De acuerdo con la norma, solo se puede desarrollar tres días, el Jueves, Viernes y Sábado Santos.

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El juego ... es sencillo consiste en lanzar dos monedas al aire, llamadas 'perras', e intentar adivinar si al caer van a quedar en posición de caras o, por el contrario, de cruces o lises.

Es una cuestión de probabilidad, nada más. Por mucho que se empeñen los jugadores en atribuirse dotes especiales lo cierto es que no hay estrategia posible.

¿Entonces, cuál es el aliciente? El dinero. Entre el mito y la realidad se esconde lo que se ha ganado y otro perdido en este juego.

Son muchos los rumores e historias que genera este juego pero todo queda reservado al boca a boca de alguien que se ha sabido ganar la confianza. Si alguien externo llega a algunos de los bares donde están autorizadas las chapas para informarse solo encontrará testimonios superficiales, tendrá que ganarse la confianza para conocer los entresijos de las partidas.

Diversión o acción

Para alguno es un simple juego con el que divertirse jugando «unos eurillos». Así suele ser cuando se empieza la noche y se forman los corros, nombre que recibe al jugarse en círculo. «Se juega por diversión, la gente viene y se lo pasa bien», apuntan un cliente del bar Español de Valencia de Don Juan, bar que desde hace casi treinta años lleva solicitando la licencia para poder jugar.

A medida que avanza la noche el silencio va ganado terreno, a media que aumenta el dinero apostado la seriedad impera en los corros. Es en ese horario cuando nacen las anécdotas que se contarán año tras año, en algunos casos el boca a boca hace que se agrande la hazaña. «Si, se dice que alguno se ha jugado el coche y la casa», apuntan desde el bar Austral de San Andrés del Rabanedo, uno de los veteranos en este juego por su parte desde bar Español de Valencia de Don Juan, solo se limitan a decir que «se ha movido muchísimo dinero».

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Antes o ahora

Lo que si están todos de acuerdo es que lo de antes era mejor que lo de ahora. «había más dinero y era más sano», apuntan desde el bar Savoy de Veguellina de Órbigo.

Bares como el Austral o el Savoy este año no pedirán licencia para jugar a la chapas, una tónica que han repetido muchos establecimientos de la provincia, Poco a poco este juego está quedando reservado para pocos lugares. El año pasado una veintena de bares pidieron la licencia, era el segundo que se podía jugar tras al suspensión por culpa de la padenmia. Antes del coronavirus, en 2019, fueron 33 las licencias das en la provincia. Una cifra baja si la comparamos con diez años antes, en 2009 casi sesenta locales jugaron a Las Chapas.

Una tradición que va perdiendo apego pero cuyas historias siguen resonando sobre un entretenimiento que en muchas ocasiones ha dejado de ser un juego.

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