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Cesáreo González Diez es un buen leonés. Con esta simple frase se podía resumir la figura de este filántropo que pronto será condecorado con la medalla de Oro de la Ciudad de León.
Un hombre entregado a esta provincia y así lo demuestra la fundación Cepa y la fundación de la empresa BIOvegamasa, cuyo objetivo es la realización y promoción de actividades de carácter asistencial, cultural, educativo y social en León. «Él siempre está haciendo cosas en León, es un leonés de corazón y considera que aquí hay muchas cosas que hacer», explica a leonoticas la directora del museo de la Emigración Leonesa, Nuria Alonso Mateos.
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Pero la historia de este leonés no se entendería sin la figura de su tío, Pablo Díez Fernández, creador del 'imperio Coronita'. Una historia que comienza igual que la de otros tantos españoles de principios del siglo XX: salir de un pequeño pueblo, en este caso Vegaquemda; pasaporte en mano y un viaje soñando una vida mejor.
México le dio cobijo y después le siguieron años de arduo trabajo, austeridad y ahorro a lo que se le unió la gran agudeza empresarial dando como resultado una de las mayores fortunas del mundo. Un detalle que explica el proceso: Pablo Díez Fernández no cambió de coche en 20 años, siendo ya dueño de la Cervecería Modelo.
Pero a pesar de este logro no olvidó su faceta humana de realizar obras sociales y culturales, en especial en su pueblo, Vegaquemada, y en general en la provincia leonesa. «Pablo Diez consideraba que tenía que devolver a la sociedad lo que él había recibido y siempre ha estado muy preocupado del bienestar de los trabajadores y de la gente que tenía alrededor, una filosofía que impregna a toda la familia», afirma Nuria Alonso Mateos.
Pablo Díez, fundador del grupo Modelo, nombre real de la empresa de cervezas conocida popularmente como 'Coronita', muere sin descendencia dejando a sus sobrinos la herencia de su carácter.
De los siete sobrinos, recoge el testigo principalmente los tres varones, Cesáreo, Luis y Pablo, al que se le suma un hombre de confianza y sobrino político, Antonino Fernández, casado con Cinia González, ambos reconocidos por fundar la fundación Cerezales Antonino y Cinia.
Siguiendo el ejemplo de su tío, Cesáreo González emigró a México en los años 50 para trabajar junto a él en la Cervecería Modelo S.A. Empezó en el departamento de Barriles y poco a poco fue escalando posiciones hasta llegar a un puesto en la administración y posteriormente en las áreas de compras y suministros.
Lo aprendido con su tío le sirvió para negociar, planear y asegurar el suministro de las principales materias primas para la elaboración de las cervezas y también los materiales de empaque. Otra de las actividades destacables fue la que emprendió en la Compañía Cervecera del Trópico S.A. durante los años 80 permitiendo el crecimiento de los productos Modelo al lograr expandirse en Asia, centro y sur de América o en el ala oeste de los Estados Unidos.
A lo largo de su vida ha sido consejero y accionista de un sinfín de compañías entre las que destacan Grupo Modelo SAB de CV, Cervecería Modelo S.A. de CV, Compañía Cervecera del Trópico S.A. de CV, Compañía Cervecera de Zacatecas, Inamex de Cerveza y Malta S.A. de CV, Nueva Fábrica Nacional de Vidrio S.A. de CV, Industria Vidriera del Potosí S.A. de CV, Fábrica Nacional de Malta S.A. de CV, Cebadas y Maltas S.A. de CV, Extractos y Maltas S.A. de CV, Materiales Industriales de Cuichapa S.A. de CV, entre otras.
Una actividad laboral que ha compaginado en todo momento realizando actividades y obras sociales. A sus 98 años no ha perdido un ápice de ilusión por seguir creando empleo y desarrollando obras sociales.
En el ámbito filantrópico, junto con sus hermanos Luis y Pablo pusieron en marcha la residencia de ancianos Nuestra Señora de la Asunción en su pueblo natal, Vegaquemada. Un centro especializado en los cuidados de rehabilitación y geriátricos que ofrece empleo a las personas de la zona evitando de esta forma la despoblación de este enclave. «Este centro favorece que haya familias jóvenes con hijos en el pueblo, al final es de lo se trata, de intentar que León crezca y haya oportunidades para los jóvenes», apunta Nuria Alonso
En relación a este proyecto nace Biovegamasa S.L.U., una fábrica de pellets líder de la provincia de León que nace en 2014 en base a un compromiso social y medioambiental de Cesáreo González. Asentado en Vegaquemada esta iniciativa cumple dos objetivos básicos. En primer lugar, la generación de empleo estable que fije población en este territorio y por otro lado, conseguir un aprovechamiento forestal sostenible de los recursos de los bosques de la región, que permita garantizar su persistencia, estabilidad y mejora, a la vez que disminuye el riesgo de incendios forestales.
Un año antes, en 2013, junto con su hermano Pablo, fallecido en el año 2019, crearon la Fundación Cepa González Diez. Un asociación de vital importancia para León por su carácter asistencial, cultural, educativo y social que impulsa el desarrollo humano, personal, cultural e intelectual de las personas, especialmente de las más necesitadas, así como favorece sin exclusividad, el desarrollo económico y social de esta provincia. «La fundación Cepa la creó cuando tenía casi 90 años. Es algo extraordinario que con esa edad siga teniendo un espíritu emprendedor para iniciar un proyecto e ilusión por hacer cosas nuevas», explica la directora del museo de la Emigración Leonesa.
Entre sus actuaciones más representativas destaca la donación de un TAC de máxima resolución al Hospital de León o la restauración del rosetón de la Catedral de León, además de continuar con su labor altruista con la financiación de estudios a jóvenes leoneses y ayudas a entidades y asociaciones sociales de la ciudad.
La Fundación Cepa, a través del museo de la Emigración Leonesa, también se encarga de recordar y rendir un homenaje a todos los españoles que tuvieron que irse del país «con una mano delante y otra detrás» a buscar una oportunidad que España les había negado.
Cesáreo González verá vanagloriado su empeño por ver un León prospero. A sus casi 100 años de apuesta por mejorar la sociedad leonesa a través de sus acciones sociales, culturales y medioambientales le corresponde ahora una merecida medalla de Oro de la ciudad de León. «Sería una suerte si hubiese muchos más Cesáreos en León», concluye Nuria Alonso.
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Carlos G. Fernández y Leticia Aróstegui
Alicia Negre y Lidia Carvajal
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