El cementerio de León cuenta con 1.200 tumbas libres y en 2020 realizó un 35% más de incineraciones que entierros

Vicente Iván Fernández ya tiene experiencia en este tipo de jornadas. Nació junto al cementerio y lleva toda su vida trabajando en esta instalación municipal. Ahora es el planificador, junto con Fortunato Santos, y reconoce haber vivido «lo peor» en la primera ola de la pandemia.

«Lo pasas un poco mal y tienes que simpatizar con los familiares porque muchos no podían acudir al enterramiento, sobretodo cuando era gente joven o niños», explica.

Entre sus funciones, lo más solicitado es ayuda para subir a flores a los nichos más altos o el préstamo de escaleras.

El malvar leonés ha recuperado, afortunadamente, la normalidad en los últimos meses. Ahora, con el día de Todos los Santos se espera que más de 10.000 personas se concentren aquí el lunes. «Ahora se va viniendo más escalonado. Llevan viniendo por aquí desde el sábado pasado, toda la semana».

A pesar de ello, el Ayuntamiento de León, de la mano de la mancomunidad de Serfunle, y la Policía Local ya han preparado un dispositivo con 110 agentes y cuatro accesos y salidas.

El cementerio de San Froilán cuenta en la actualidad con 78.843 difuntos, repartidos en 28.419 unidades de enterramiento y con disponibilidad para albergar a hasta 1.200 personas más.

En los últimos años, la incineración ha ganado terreno y ya se impone con claridad a las inhumaciones tradicionales. De hecho, en el último año, las cremaciones supusieron un 35% más de actos que los entierros. A ello se sumaron 245 exhumaciones y reducciones.

Los proyectos en los que trabaja ahora Serfunle son el arreglo de aceras de la zona de nichos, asfaltar nuevos viales, levantar nuevas sepulturas -en las zonas de San Lorenzo y San Francisco- y realizar un incinerario para depositar las cenizas de los fallecidos que no tienen propiedad.. Además, en los próximos meses se pretenden retomar las visitas guiadas una vez que la pandemia lo permita.