Los celadores transmiten a VOX León que lamentan ser tratados «como un comodín escasamente valorado»

Vox recuerda en un comunicado que la pandemia «ha sido el detonante que obligó a este colectivo a manifestar su delicada situación, recogida en diversos puntos por una legislación, la de 1971, anticuada y desfasada. La Plataforma 'Reconocimiento Ya' (con 5.000 adheridos y 13.000 seguidores en Facebook) ha realizado, a finales de marzo, concentraciones a nivel nacional reclamando la modificación de esta ley«.

Los representantes del SAC aseguran que, «al no ser considerados personal sanitario, no se les reconoció como personal de riesgo, teniéndose que enfrentar a la situación pandémica sin ningún tipo de protección al comienzo de la pandemia. Pese a que hoy esto se ha corregido, en su momento derivó en numerosos contagios al personal de este colectivo«.

VOX León, con el Diputado Nacional, Pablo Calvo Liste, el coordinador de VOX Bierzo, Miguel Suárez Arca, y la responsable de relaciones institucionales, Mercedes Machín, ha recogido, en su reunión con el Sindicato Asambleario de Celadores y Personal de Gestión de Servicios (SAC), las inquietudes de este colectivo, que reclama ser «la propia entrada» de un paciente cuando ingresa en un centro hospitalario. Además, sus representantes lamentan la «escasa valoración» que sienten, que les lleva a veces a ser «un comodín», cuando su labor es más que esencial.

Una necesidad acuciante que reclaman es la formación. Su labor ha ido derivando a funciones cada vez más específicas en quirófano, UCI, infecciosos, entre otros. Esto requiere unos conocimientos técnicos que han de aprender de la pura experiencia sin que nadie les proporcione ningún tipo de formación, llegando a ser muchas veces ellos mismos los que crean grupos para formar a compañeros.

Otro asunto preocupante que el SAC ha hecho saber a VOX León es la equiparación salarial. Las diferencias entre las diferentes CCAA llegan a ser de entre 200 y 300 euros, según comunidad. Ocurre lo mismo en el acceso a la carrera profesional, donde los criterios tampoco son homogéneos. Concretamente, en Castilla y León, además de los años de servicio requeridos para cada paso de nivel, se exigen cursos que han de hacerse en el ámbito privado, pagados por los propios celadores.