El «catastrófico» futuro de las Fuerzas Armadas: mil euros menos al mes que otros cuerpos y «sin ilusión»

Un llamada de atención y un grito ayuda al ministerio de Defensa para que atienda al fin las reclamaciones de un colectivo «esencial para la defensa nacional». La Asociación Profesional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas con su presidente Miquel Peñarroya al frente hace parada en León aprovechando que este jueves 4 de julio el rey visita la provincia para asistir al acto de entrada de los despachos a los sargentos egresados de la Academia Básica del Aire.

Y lo hace con el objetivo de dar a conocer a la sociedad y a los dirigentes la «catastrófica situación que viven las Fuerzas Armadas» en cuanto a número de personal, «cada vez más escaso» y reconocimiento social y académico.

«Estamos ante una profesión militar que no tiene atractivo», lamentaba este martes 2 de julio Pañarroya en la carpa que han colocado frente a Botines para hacerse oír. Entre los motivos, destaca principalmente el sueldo. Según la asociación, en la actualidad la diferencia salarial entre un sargento o teniente de las Fuerzas Armadas y un policía o guardia civil está cada mes «entre los 800 y los 1.000 euros, unos 12.000 al año».

«Ahora mismo un guardia que acabe de salir cobra como un sargento o más, y eso no es de recibo porque son niveles profesionales diferentes», sigue Peñarroya, que hace la comparativa con un hospital: «a nadie le cabe en la cabeza que un cirujano deje el bisturí para ser celador, y en las fuerzas armadas tenemos el caso de suboficiales y también oficiales que dejan los galones para ser guardias rasos».

La asociación denuncia a su vez la formación que reciben por ejemplo los egresados de la Academia Básica del Aire y el Espacio de La Virgen del Camino «está completamente fuera del Plan Bolonia». «Por un lado se les da un título de Técnico Superior civil y por otro el empleo de sargento, pero sin reconocerse las asignaturas militares que han cursado». De este modo, sigue el presidente, «no van a tener, como correspondería, un título de grado universitario propio de la rama de Defensa».

En tercer lugar, los profesionales acusan a la ministra de Defensa Margarita Torres de «dejación de responsabilidades» por la «mala situación del personal de las Fuerzas Armadas». Al tiempo, no entienden el aumento en gasto de material de defensa y la «desatención» a los profesionales que e juegan la vida», y piden un esfuerzo más si cabe en un contexto sociopolítico en el que «España podría entrar en un conflicto armado».

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