UGT Castilla y León denuncia la dejación de funciones de la Consejería de Educación, con una responsable en estado de «hibernación»

Así, recuerdan que en la última Mesa Sectorial, celebrada hace un mes, se trataron los borradores de orden para la selección y nombramiento de directores y de resolución de comisiones de servicios en atención a situaciones especiales (comisiones humanitarias). Sin embargo, a día de hoy, todavía no se han publicado en el BOCyL.

«La Consejería de Educación lleva un retraso considerable en cuestiones que tiene que abordar todos los cursos y que son materia de debate en la Mesa Sectorial de Educación como el calendario escolar, cobertura de puestos vacantes de dirección y asesoría en CFIES, licencias por estudios, permisos parcialmente retribuidos».

Además, la organización sindical asegura que existen cuestiones que la Consejería de Educación ya debería haber resuelto como el reconocimiento de la experiencia docente de los interinos en verano del curso pasado, tanto los que han superado los cinco meses y medio trabajados como lo que hayan ejercido el derecho de reserva de plaza, pero que a fecha de hoy no se han publicado.

Desde la Consejería de Educación, denuncia UGT, tampoco están dando respuesta a la comunidad educativa en temas tan urgentes como la información relativa a las aulas de dos años; la compensación por kilometraje del profesorado itinerante debido a la subida de los combustibles, y la acogida de refugiados ucranianos en los centros de educativos de la comunidad.

La única justificación posible que encuentra UGT a la «anormal actividad de la Consejería de Educación, es que la reestructuración del gobierno de Fernández Mañueco tenga a la consejera y a los altos cargos de la Consejería de Educación en cuestiones ajenas a la gestión y buen funcionamiento de esta Consejería».

Para la organización sindical, «los grandes perjudicados por la inacción de la Consejería van a ser los docentes de Castilla y León, que en el tercer trimestre tendrán una acumulación de convocatorias y de trámites administrativos que abocará al profesorado a una montaña de burocracia».