El Ejido en León es uno de esos nombres que va automáticamente asociado a barrio.
Publicidad
Si bajas por la calle Batalla de Clavijo, y tiras para la derecha está la Iglesia de Jesús Divino Obrero pero si vas a la izquierda está El Candil, un ... centro obrero popular, un espacio de participación, un lugar que tiene como objetivo hacer barrio. «El Ejido se está muriendo en el sentido que la generación que lo levantó se está yendo. Entonces creo que es un momento importante para volver a traer gente gente joven al barrio», señala Elena Cortes, miembro del Candil.
De esta forma nació este centro, como necesidad de darle «un poco más de vida de ocio, cultura, política y lucha a esta zona de León.
Ya han pasado diez años desde que un grupo de jóvenes alquilara una vieja cochera para convertirla en un espacio en el que hoy hay numerosas actividades culturales, políticas y de ocio. «Al principio hubo un poco de incertidumbre pero mucha participación, desde el primer momento muchos vecinos empezaron a participar en talleres y a proponernos actividades y poco a poco fuimos definiendo este proyecto», afirma Pedro Gómez, otro de los miembros de este proyecto.
Y durante todo este tiempo han aportado vida y actividad a un barrio en el que no hay grandes espacios recreativos ni culturales. «El hecho de que venga un proyecto que semanalmente trae talleres de todo tipo y cada al mes alberga conciertos, exposiciones, presentaciones, etc., que a lo mejor la gente solo se imagina que hay en los grandes equipamientos es muy importarte porque también tiene que haber cultura en el barrio y opciones para que el barrio se relacione y tenga ese sentimiento de barrio», detalla Gómez.
Todo un trabajo fruto de una de las virtudes y a la vez complicaciones del Candil, el trabajo voluntario, un espacio que navega a contracorriente en el que se potenciado la solidaridad desde lo pequeño, desde un barrio.
Publicidad
«Lo que demuestra un proyecto como este es que la fuerza son las personas más allá de aportaciones monetarias. Nosotros, por ejemplo, tenemos cuotas muy bajas. Hemos mantenido los precios muchísimo tiempo y lo seguimos manteniendo un precio irrisorio, porque aquí el objetivo no es enriquecerse, es seguir construyendo y para eso se necesitan personas. Al final el dinero por supuesto que es necesario y se aporta pero no hay prisa, no hay afán de lucro tampoco», apunta Cortes.
Y después de diez años, ¿cuál es el futuro de El Candil?. La respuesta la tienen clara, «lo que el barrio quiera porque este año aunque parezca extraño después de diez años seguimos haciendo una campaña de presentación haciendo 'buzoneos' y repartos con un panfletín que dice 'ven y participa' y con eso le estamos diciendo al barrio que nos proponga lo que quiere hacer de este local y de este proyecto, entonces al final nosotros estamos abiertos a cualquier propuesta», resume Pedro Gómez.
Publicidad
El Candil es un utensilio que desde hace diez años sirve para iluminar el Ejido proporcionando un espacio en el que organizar decenas de actividades para que el barrio viva mejor.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Te puede interesar
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.