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Son uno de los eslabones por el momento menos protegidos por los 'escudos sociales' con los que se pretende frenar los golpes económicos que deja la crisis sanitaria de la covid-19. El mundo del espectáculo centrado en los eventos de verano, principalmente ... fiestas en diferentes localidades de la provincia de León, vaticina «un desastre» si no se toman medidas con urgencia. Desde músicos, artistas, camareros, hasta transporte o iluminación, entre otros, quedan ahora en un limbo del que no saben muy bien cómo saldrán.
Los empresarios y trabajadores del sector cifran en 3.000 los puestos que dependen directa e indirectamente de esta rueda que gira con las fiestas estivales. Expectantes ante la evolución de la situación, piden a las administraciones que se les tenga en cuenta para poder poner en marcha eventos alternativos. Así opina el berciano Tito Encina, de Python Producciones, quien apuesta claramente por la contratación local para intentar recuperar lo perdido. «Vemos mucha diferencia entre la administración de esta comunidad por ejemplo con la Xunta de Galicia, donde lo gestionan mejor y ya se han reunido con patronales del sector y buscan alternativas. En algunos ayuntamientos están haciendo agendas culturales más amplias de varios eventos con aforo muy pequeño, siempre contando con empresas locales».
Una idea en la que coincide Víctor Carrera, propietario de Espectáculos VCM, porque además apunta a que hay muchos promotores de «eventos pequeños en pueblos pequeños. Lo que no se entiende es que una discoteca de 5.000 personas pueda meter al 30% o se vayan a abrir las piscinas, pero nosotros no podamos hacer eventos reducidos con aforo limitado y controlado». Víctor, que intermedia entre los contratantes y las agencias de artistas y orquestas, calcula que este verano ya ha dejado de facturar 400.000 euros con todos los eventos que se han cancelado. «Además, en muchos casos hay que adelantar el 50% a los artistas, aunque ese dinero ahora se devuelve».
Las ayudas anunciadas por el Ministerio de Cultura para estos trabajadores son «insuficientes». Es el sentir de Marina de Guzmán, cantante de Grupo Cañón, una orquesta de Santa María del Páramo que trabaja principalmente de abril a octubre y que afrontaría una situación de cero ingresos hasta el año que viene si no se reinventan las verbenas. «La profesión se tiene que adaptar a estas circunstancias, adaptar las verbenas, en otros horarios, por ejemplo. Creo que es mejor que la gente de los pueblos pueda tener algo».
Según los requisitos planteados por Cultura para acceder a las ayudas anunciadas este martes, es necesario no estar cobrando actualmente ninguna prestación, como paro o ERTE. «Básicamente te piden que no tengas para comer para poder acogerte a la ayuda», recalca Marina, quien explica que la situación es complicada porque el paro cotizado es de muy poca duración y la mayoría de artistas lo gasta durante el periodo del año en el que no tienen ningún bolo, principalmente los meses de invierno. Además, es muy difícil que las orquestas se acojan a un ERTE porque los contratos son por temporadas.
En lo que afecta directamente a los trabajadores, Sandra Zayas, que además de artista es propietaria de Play Events, una pequeña empresa de eventos como comuniones o bodas, apunta a que ahora mismo «sólo dos o tres orquestas leonesas han tenido derecho a paro». Y es que según explica Sandra, «nuestro régimen de cotización es el de artistas y toreros y es muy difícil acceder a las prestaciones. Además, «generalmente te dan de alta por horas o días y es muy difícil cotizar lo suficiente». Empleos intermitentes y temporales que caen con la caída de las verbenas veraniegas. «Mucha gente se mantiene gracias a que tiene otros trabajos fuera de esto, pero teniendo en cuenta que ha caído Galicia, el mercado más grande de espectáculos en esta época, nosotros caemos también».
Las cancelaciones empezaron con los eventos de mayo y ya está todo suspendido hasta julio, según explican estos empresarios leoneses. «Alrededor del 90% de nuestra facturación se concentraba en verano», matiza Tito Encina, quien cree que «la administración local, autonómica y provincial son las que nos pueden ayudar a salir de verdad, rehaciendo los eventos en otros más pequeños». Otro de los problemas de este sector es la economía sumergida, que Tito cifra en un 50%, y que ahora está dejando «quejas de aquellos que mueven dinero en negro porque no se pueden acoger a las ayudas, pero el resto del año han ofrecido eventos muy baratos. Los que no tenemos esto como un entretenimiento ni para sacar un dinero extra, apostamos por la profesionalización».
Y es que estas verbenas han dejado y dejan grandes recuerdos de los veranos leoneses que este año se intentarán encajar en la 'nueva normalidad' o de lo contrario «muchos cerrarán», como vaticina Víctor Carrera. «Como no tenemos un manual ni una directriz, lo peor es la incertidumbre, vamos a ciegas. Pero nos tienen que tener en cuenta, y a lo mejor, en vez de hacer un fiestón, podemos hacer muchas fiestinas».
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