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Desde este lunes todo cambia en la Diputación Provincial de León, pero en realidad nada va a cambiar.
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La ruptura del pacto entre la UPL y el PSOE en la institución provincial rompe un acuerdo que se ha mantenido en pie durante casi tres años. Ha sido un pacto-apuesta que para el PSOE ha obtenido resultados muy positivos, pero que los leonesistas ni entienden ni comprenden.
Con el pacto roto las repercusiones reales serán nulas al mantener Matías Llorente su fidelidad al equipo de gobierno. Y esa es otra de las claves en esta jornada.
Cambiará lo estético, tan solo. Llorente, previsiblemente y de mantener el criterio que ha dejado ver en las últimas semanas, pasará de ser la representación visible de la UPL a la representación del grupo de no adcritos.
Otra novedad será la pérdida de representación de la UPL, que pierden su voz en un foro de enorme eco a nivel provincial.
El equipo de gobierno seguirá 'funcionando' con la misma normalidad y nada variará salto el escaparate de lo político en una institución que ahora la UPL tendrá que mirar de lejos.
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