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Castilla y León suma hasta este miércoles trece brotes de coronavirus activos con más de un centenar de afectados, con dos nuevos focos, uno en la provincia de Burgos, que afecta hasta el momento a dos personas, y otro en el municipio segoviano de Chañe, con siete positivos iniciales.
A estos dos nuevos brotes hay que sumar los otros tres activos en la provincia de Burgos, dos en la capital y otro en la ciudad de Miranda de Ebro; los cuatro de Valladolid, en los municipios de Íscar y La Cistérniga y dos en la propia capital; otro en Soria, en un centro de la Cruz Roja; y, finalmente, tres en la provincia de León, en los municipios de Corullón, Villoria de Órbigo y La Vecilla.
De todos ellos, los de la capital vallisoletana, el del hogar de Cruz Roja de Soria y los tres de León están catalogados como «estabilizados», pero no pueden declararse como cerrados hasta que no pasen 28 días de la última prueba detectada como positiva.
En total, estos trece brotes activos dejan más de un centenar de positivos en Castilla y León, con 42 en la provincia de Valladolid; 35 en la de Burgos; una decena en León; nueve en Soria y siete en Segovia.
En Valladolid, la Junta de Castilla y León ha informado este miércoles de que el brote de Covid-19 detectado en el municipio de Íscar (Valladolid) ya afecta a catorce personas, tras confirmarse mediante PCR nueve nuevos positivos desde que se declarara el brote el pasado lunes.
Según ha informado la Delegación Territorial del Ejecutivo autonómico en Valladolid en un comunicado, los Servicios Epidemiológicos de Junta mantienen la vigilancia de los cuatro brotes activos declarados en la provincia: Íscar, La Cistérniga y dos en la capital.
En referencia al brote de Íscar, esta agrupación de casos, laboral y familiar, está ligada a una empresa de dicho municipio y de esos catorce positivos actuales, nueve son trabajadores de ese centro productivo; además continúan realizándose pruebas PCR a todos los contactos rastreados.
En el brote de La Cistérniga, los datos actuales suman cinco positivos y veinte contactos en cuarentena; los otros dos brotes activos situados en la capital vallisoletana presentan una situación «estable y sin cambios».
De modo que, estos brotes conocidos en el barrio de Las Delicias, de naturaleza mixta laboral-domicialiaria, se mantienen los 23 positivos y 69 estudios de contacto.
En Burgos, la provincia ha sumado este miércoles un nuevo brote con dos positivos en un centro privado de Burgos -al parecer, de atención a dependientes- que se suman a otros dos ya declarados también en la capital y otro en Miranda de Ebro que, en total, dejan 35 personas afectadas.
El primer brote de Burgos se mantiene con quince casos positivos confirmados, con origen en el ámbito familiar vinculados a Zaragoza, catorce aislados en su casa y una ingresada, mientras que el segundo con nueve, también del mismo ámbito y todos aislados, pero con origen en Pamplona.
A estos se suma el tercer brote, procedente de una empresa de Miranda que inicialmente tenía cinco casos positivos a los que se han añadido, a día de hoy, cuatro más, siendo un total de nueve.
Ocho personas se encuentran aisladas en sus casas, y una más ingresada en el hospital.
El último brote en la provincia de Burgos se ha declarado en la capital y se ha originado «en el ámbito institucional, con dos personas afectadas», según la delegación territorial de la Junta en Burgos.
En Segovia, los Servicios Epidemiológicos han declarado un brote activo en la localidad segoviana de Chañe que afecta, por el momento, a siete personas con resultado positivo en las pruebas PCR practicadas y ha llevado a la vigilancia de otras diez.
Según ha informado la Junta de Castilla y León en un comunicado, los casos diagnosticados corresponden a personas entre los 20 y los 60 años, forman parte de entorno laboral y familiar y cursan síntomas leves o son asintomáticos, por lo que no hay hospitalizados, sino que se encuentran en aislamiento domiciliario.
Como consecuencia de estos resultados, el Servicio Territorial de Sanidad de Segovia ha emprendido un estudio de vigilancia y control epidemiológico en Chañe a través de encuestas de contactos y la investigación de las relaciones sociales de los afectados, que ha dado como resultado el seguimiento de diez personas.
Finalmente, en Soria cuarenta rastreadores, pegados al terreno y que conocen a los pacientes, se encargan de unos 90.000 habitantes, de controlar los brotes de Covid que surgen, con solo uno activo y controlado, con nueve positivos, iniciado en un hogar de socialización de Cruz Roja, y la preocupación por la situación de su entorno, sobre todo en Aragón.
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