Los bomberos de León se vuelcan en Paiporta: «La gente teme que todo siga igual»

Tras la grave DANA que afectó tan duramente a Valencia una ola de solidaridad se ha movilizado desde todos los puntos del país para prestar su ayuda en la rehabilitación de zona. Desde León varios bomberos, entre ellos Luis Canal, han viajado como muchos otros voluntarios para colaborar en la recuperación de Paiporta, una de las áreas que más ha sufrido el impacto de la tormenta. La situación en la zona es crítica: los bajos y garajes continuan llenos de lodo y agua estancada, lo que complica enormemente el trabajo de limpieza y saneamiento.

«Se necesita achicar el agua con bombas. Ahora casi todo el agua que queda en los garajes tiene mucho lodo y necesitamos bombas de agua especiales para este lodo que solo tienen la UME y empresas privadas», explica Canal. Estas bombas de lodo, que son capaces de deshacerse de la mezcla espesa de barro y agua son escasas y cruciales para la extracción en áreas donde continúa estancada de manera densa.

El trabajo en Paiporta es «inmenso, gigante», añade el bombero, aludiendo a la gran cantidad de sedimento y lodo que sigue depositado en las zonas afectadas. En su labor, los bomberos están trabajando en las redes de saneamiento, una tarea meticulosa que implica el uso de «varillas» o comúnmente llamados «topos» para romper el sedimento acumulado en el alcantarillado para después arrastrarlo con agua limpia y redirigirlo al barranco. «Se empiezan a desatascar todas las redes mayores para después pasar a las menores, mientras por otro lado quitamos con las bombas todo ese lodo de los garajes, llevandolo desde las vías principales al barranco».

La misión no es sencilla. Los equipos emplean una bomba forestal pesada, cargada con agua limpia, para que el caudal ayude a arrastrar el sedimento. Se utiliza el «topo» para desatascar las redes, en un trabajo que, según Canal, es una labor «de mucho tiempo, minuciosa y laboriosa». Uno de los sectores en los que han estado trabajando estos últimos días es la red principal de Paiporta que conecta la calle del Auditorio (Carrer Jaume) con el Ponte Nou.

El trabajo es ininterrumpido y agotador. «Estamos haciendo relevos cada 48 horas, desde las siete de la mañana a las ocho de la tarde. La gente es majísima, te da de comer y comparten lo que tienen. Querían retirar ya el operativo, pero nosotros seguimos, hay mucho que hacer aquí», asegura Canal. Los bomberos cubren turnos de descanso y viajan en sus días libres para seguir apoyando en la emergencia.

La comunidad local colabora en todo lo que puede, pero persisten los temores. «La gente tiene miedo de que cuando nos vayamos de aquí se quede todo igual», comenta Canal. La maquinaria pesada y las bombas de extracción de agua y barro están ayudando, pero el proceso es lento, y cada paso avanza con un gran esfuerzo. En zonas donde no se puede acceder con maquinaria, el barro se saca a mano, con capazos, creando una cadena humana, en colaboración con el ejército, para trasladarlo al barranco.

A pesar de la dureza del trabajo, Canal y sus compañeros están decididos a continuar. «Los bomberos somos voluntarios. Guardia que tienes de descanso, vienes para aquí… Se están cubriendo todos los relevos, y ojalá que siga así».

El compromiso de los bomberos de León con Paiporta va más allá de sus turnos, trabajan a destajo con la esperanza de devolver la normalidad perdida lo antes posible a la zona y dar, por fin, tranquilidad a sus vecinos.

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