Un bombero leonés en la zona cero de Turquía: «Vamos a ayudar en todo lo posible»

Apenas acaba de aterrizar en el eropuerto turco y la adrenalina se dispara. Hay ganas de auxiliar y de colaborar «en todo lo que se necesite».

Así lo asegura el bombero leonés Víctor Rodríguez que pasadas las seis de la tarde pisaba tierra en Turquía, el mismo país en el que un terremoto de magnitud 7,8 había agitado como si fuera papel de fumar.

«Vamos a dar lo mejor de nosotros mismos hasta el martes», asegura este bombero que reside habitualmente en la capital pero que desempeña su labor profesional para este cuerpo en Valladolid.

Durante los próximos días colaborarán sin descanso en atender todo tipo de urgencias. «Hay que ayudar», y eso es lo prioritario. Junto con su equipo traslada medicinas y material específico de primera intervención.

'Moncho', como popularmente es conocido, trabaja con la ONG Acción Norte, la misma con la que ya estuvo «levantando el primer parque de bomberos en territorio saharagui» y con la que colaboró en Lesbos «cuando tanta gente cruzaba por el paso estrecho de Turquía».

Fue durante una guardia cuando se enteró de la posibilidad de acudir a Turquía y no se lo pensó dos veces: «Desde que vi la terrible noticia de este desastre sin precedentes no me valía quedarme como si nada».

No fue fácil organizar la parte burocrática pero finalmente «nueve compañeros de parques de bomberos de la comunidad nos hemos embarcado para dar lo mejor de nosotros mismos hasta el martes».

«Son estos primeros días los cruciales ante la posibilidad de salvar aún muchas y nuestro objetivo es ayudar», añade.

La ONG Acción Norte ha movilizado ya a varios grupos de rescatistas, a los que coordina en el destino. Las tareas de rescate de víctimas del terremoto de magnitud 7,8 del sureste de Turquía son clave en las próximas horas y el tiempo se agota.

De momento el número de víctimas mortales ya ha superado las 10.000 pero hay miles de heridos y cientos de personas que agotan sus posibilidades de vida bajo los escombros. Un drama que obliga, recuerda el bombero leonés, «a que demos lo mejor de nosotros mismos en esta misión».

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