Los libros también cumplen cuarentena

72 horas. Ese es el tiempo de cuarentena establecido para los libros de la Biblioteca Pública de León. Y es que las medidas de seguridad hacen que la Inés de Isabel Allende también viva su particular confinamiento ya en el siglo XVI antes de cruzar a Chile.

La Biblioteca Pública no se ha librado de tener que adaptar sus protocolos para mantener la seguridad en la actividad. De esta manera, siempre que se devuelve un libro, después es almacenado en un espacio donde cumplirá su r cuarentena antes de ponerse en otras manos.

También han cambiado la manera de retirar los libros, ya que los usuarios no pueden moverse por la biblioteca para sacar ellos mismos los documentos. Así, se pueden solicitar libros sueltos o lotes por teléfono, bien llamando o por whatsapp; y por correo electrónico, que se pueden consultar en este enlace. Es entonces cuando el personal de la biblioteca se encarga de dejar preparadas las solicitudes para que el lector sólo tenga que pasar a recogerlo.

El director de la Biblioteca, Alfredo Diez, destaca además que han añadido una «modalidad que es presencial: vienen, piden los libros, pero tienen que salir de la biblioteca para que no haya aglomeración y al cabo de media hora pasan a recogerlos».

Una serie de esfuerzos por adaptarse a las nuevas necesidades que, sin embargo, no han impedido que hayan bajado considerablemente las peticiones de los usuarios.

«Estábamos teniendo una media diaria de cerca de 1.000 documentos prestables y ahora el día que más estamos rondando los 300», explica Diez, quien admite que les está «costando coger la dinámica después de haber estado a cero, pero somos como grandes transatlánticos y con esfuerzo continuo conseguimos movimiento». Otra de las medidas para incentivar la lectura de los paseantes que se detengan en la fachada, ha sido la instalación de vitrinas para contemplar las novedades.

La afluencia estos días es mínima, ya que los niños tienen prohibido la entrada y además las salas de estudio también han sufrido las reducciones de aforo, con estrictos protocolos de desinfección. Una manera diferente de trabajar para la biblioteca pública que también se ha reinventado para que los leoneses puedan seguir disfrutando de la lectura con seguridad.