Barrul, tras el conflicto: «A un maltratador había que pararlo como fuera»

Los sucesos, que tuvieron lugar el miércoles 30 de abril en el cine Odeon del Centro Comercial Espacio León, dejaron imágenes que el boxeador asegura «no se justifican en ningún caso» pero, según lamenta, «no podía presenciar una agresión y no hacer nada».

Según ha relatado el leonés al presentador, Barrul acudió a la sesión de 'The Garfield Movie' con su familia. Una película infantil que quería disfrutar junto con sus hijos y su mujer. Al acceder a la sala, los espectadores pudieron observar una situación «nada normal» debido a que en las primeras butacas presenciaron una escena en la cual una mujer se separaba del hombre que la acompaña mientras él «la amenazaba» e incluso con «insultos y golpes» le pide que vuelva a su lado. La situación se complica cuando el hombre empieza «increpar» a la mujer mientras el boxeador lo ve todo desde su butaca: «No era normal esta actuación».

A las 20:30, media hora después del comienzo de la película, la situación comienza a «subir de tono» de nuevo. «Me llevé a mis hijos para atrás porque los gritos eran demasiado fuertes», explica. El hombre, que por debajo de la butaca le estaba «dando golpes» a su mujer la agarra del cuello. Después, según declara el boxeador, la pareja empezó a forcejear e incluso el varón soltó un golpe al aire que acabó impactando contra una de las niñas que se encontraban en la sala viendo la película.

«Me ardía la sangre», confiesa. El joven pidió que llamasen a seguridad en varias ocasiones e incluso interpeló al hombre que abandonase la sala sin ningún tipo de éxito. Amenazas, faltas de respeto y provocaciones constantes delante de todos los espectadores que apoyaban la actuación del boxeador. Tras volver a su sitio, Barrul siguió escuchando insultos hasta que la cosa terminó «explotando». «La violencia no tiene justificación pero a un maltratador hay que pararlo como sea», indica. Un conflicto del cual no se siente «orgulloso» y que desea no le influya en su carrera profesional.

El boxeador confía en que los hechos se entiendan y espera no haberse buscado «un lío». Además, aprovechó este espacio para pedir de nuevo perdón a todos los asistentes a la sala debido a que le «encantan» los niños y quiere ser un referente de «persona buena» para ellos. «Me considero una persona muy humilde y buena, pero tengo valores y principios y a las mujeres no se las toca», remarcó. Una situación que fue alabada por los asistentes y en la que siente que «mi ciudad me apoya».