El sol comenzaba pronto a atizar en la Plaza Mayor. El Húmedo hace meses que dejó de ser lo que era. El olor a fiesta pasada ya no es el vecino habitual de cada mañana en el corazón de la ciudad. Es ... miércoles y ayer no hubo jarana. Algunos mayores aprovechan para pasear por las calles de este barrio que ya ha empezado a hacer sitio a otros sonidos que se largaron con el estado de alarma.
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«Ha sido un cambio bastante brusco, lo primero que se quiere es trabajar con seguridad, cuidar mucho a nuestros clientes y empleados porque lo primero es la salud», comenta Enrique Arranz, propietario de La Pañería. Su bar, enclavado en uno de los soportales de la Plaza Mayor se prepara a contrarreloj para abrir el lunes, momento en el que (si nada falla) León pasará a la Fase 1 de la pandemia del coronavirus.
La 'karcher' mete ruido mientras sillas y mesas van pasando revista. Un poco más allá, Jesús mide la distancia entre mesas de la terraza de su bar. Todo apunta a que la Plaza Mayor se llenará de mesas y sillas, siempre respetando el espacio requerido de dos metros entre una y otra.
«La verdad es que la gente está tranquila porque se van a tomar las medidas que se tienen que tomar, habrá geles por todos los sitios, se desinfectará en condiciones cada dos tres horas los baños, cumpliremos con todo el pliego de condiciones que nos han puesto», reconoce Enrique, que hace un parón en las obras que emprendió dentro del local.
El Ayuntamiento de León ha publicado en las últimas horas el decreto por el que se pueden instalar terrazas e incluso ampliarlas. El documento sostiene que tendrán, como se ha determinado, un espacio de ubicación que se ha calculado en función del área disponible pero siempre garantizando los dos metros de distancia que se establecen en la regulación nacional.
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Las medidas también incluyen tanto la prevención e higiene como la limpieza de los aseos –seis veces al día-, el servicio únicamente sentados en mesa por personal del local, uso de materiales fungibles de mantelería y carta, pago por medios electrónicos y uso de mascarilla e hidrogeles.
Enrique reconoce que se está trabajando en ello. «Nos han habilitado un espacio, y aunque aún falta algún detalle por concretar, la facilidad es para poder trabajar como siempre».
La idea es que esta apertura pueda ir ayudando a que la caja olvide el parón. «Fue un jarro de agua fría, la verdad es que esto es lo que nos gusta y de lo que vivimos. Ha sido difícil y duro, pero necesitaremos un poco del soporte de todo el mundo para poder seguir adelante».
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Los bares y las terrazas se preparan para volver en un León en el que el sol empieza a picar y las ganas de recuperar aunque sea parte de la normalidad ya no pueden ocultarse.
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