El Banco de Tejidos de Castilla y León procesó en 2018 el 10% del nacional con más de 2.600 implantes

El Establecimiento de Tejidos de Castilla y León ha procesado en 2018 más de 3.000 tejidos, de los cuáles se han implantado más de 2.600, beneficiando a un total de 1.800 pacientes. Un trabajo minucioso, cuidado y del que se encargan ocho mujeres desde la sede del banco en León.

Una actividad que está supervisada y autorizada por la Consejería de Sanidad de Castilla y León y que desde hace 20 años se realiza con el mayor de los controles y precauciones y en unas instalaciones en las que cada puerta que se cruza exige a los trabajadores y visitantes extremar las precauciones.

Las mismas que se toman con los tejidos donados. «El ensayo de esterilidad lleva a determinar que el injerto no tiene un componente microbiológico y que no va a transmitir una bacteria o un hongo a una receptor», explica a leonoticias Elena Vuelta, responsable técnico del Establecimiento de Tejidos de Castilla y León. Lo más importante es asegurar que el paciente que necesita un injerto «no desarrolle una enfermedad después de la donación».

Nos ponemos las batas y las calzas y comenzamos la visita por las instalaciones de la quinta planta. Una de las primeras salas es el control de trazabilidad. Cada caja corresponde a una donación en la que se especifican todas las pruebas, ensayos, procesamientos, tiempos de almacenamiento y temperaturas y quienes han sido los donantes. La razón de este control y a su vez de todas las pruebas que se realizan es muy sencilla: «cuando hablamos de un contexto de donación multitejido podemos procesar tejidos que podrían ser implantados en 50 o 60 pacientes», explica Elena Vuelta, por lo que insisten en que «tenemos que ser tan restrictivos porque va a afectar a un número mayor de pacientes».

Un archivo completo que, a pesar de estar completamente digitalizado, también guardan copias de todos los procedimientos en papel. Un control que se apoya en la aplicación informática, desarrollada por la empresa leonesa Xeridia y que está alojada en el Centro de Supercomputación de Castilla y León, situado también en la capital leonesa.

El sistema funciona desde 2013 y también permite a los responsables acreditados de los hospitales de la comunidad hacer un seguimiento de donantes y receptores.

El Banco de Tejidos nace de la mano de la Fundación San Francisco, a través del Doctor Álvarez, para dar servicio a los traumatólogos de la capital. «Curiosamente la primera donación llegó en febrero de 2000 de manos de un donante de la Clínica San Francisco», recuerda Elena Vuelta mientras explica a leonoticias como el Banco de Tejidos de Castilla y León ha ido creciendo en estos años. Una fundación sin ánimo de lucro que costea el trabajo de las profesionales a través de los pagos que los hospitales realizan, en base a la retribución que fija la Consejería de Sanidad, por el procesamiento de cada tejido.

Por el montacargas y después de volver a cambiarnos para no contaminar nada, llegamos a la sala blanca. Un espacio con unas ventanas acristaladas por el cual vemos trabajar a dos personas en un 'cóctel' antibiótico que ayudará en el procesamiento y la conservación de futuros tejidos. La sala blanca es uno de los motivos por los cuáles el Establecimiento de Tejidos ha ido creciendo.

«Antes había muchos banquitos de tejidos y como consecuencia de una nueva legislación que hace más compleja la actividad», explica Elena Vuelta y añade que siempre «de cara a mejorar la calidad de los tejidos».

Unos cambios que «hacen que toda la actividad se centró en el Banco que está en León» y que le ha convertido en un referente nacional. «Simplemente se ha ido respondiendo a la necesidad de los pacientes y de los especialistas médicos y a dia de hoy podemos decir que somos el segundo banco de tejidos en actividad en España», asegura orgullosa Elena Vuelta.

Ocho mujeres comprometidas con su trabajo y con una gran vocación en la que la llamada, tanto para una donación, como para una recepción, puede llegar en cualquier momento y siempre hay alguien preparado para ello. «Lo tenemos todo controlado con unos tiempos muy concretos», asegura a leonoticias Elena, quien reconoce tener todo planificado, organizado y perfectamente medido, aunque en ocasiones una donación trastoca todos los planes. «Teniendo en cuenta la salida desde León y también contar con el viaje de vuelta y que la persona que está de guardia pueda venir a hacer la recepción», todas las opciones por raras que sean tienen que tener una solución planificada y todo resulta más sencillo con el compromiso de las ocho personas que trabajan en el Banco de Tejidos de León.

El trabajo que se desarrolla en el Banco de Tejidos de Castilla y León es muy preciso y de él dependerá la viabilidad del injerto. Las biólogas y biotecnólogas que actualmente trabajan en el establecimiento reconocen seguir formándose día a día, una profesión que también complica la posibilidad de sustituciones.

«Somos 39 establecimientos autorizados en el territorio nacional y conseguir que el personal esté cualificado es muy complejo», reconoce Elena, mientras recuerda que ella lleva 15 años en el Banco de Tejidos de León y «todos los días tengo que aprender algo nuevo».

Por todo ello, formar al personal técnico es «de mínimo de un año de formación hasta que podemos empezar a asumir que para determinados procesos muy concretos están cualificados», pero sólo para algunos. «Hay otros procesos que hasta que pasan tres años ese personal no queda cualificado para llevarlo a cabo de manera autónoma e independiente», asegura la responsable técnico del Establecimiento de Tejidos.

León cuenta en su capital con uno de los Bancos de Tejidos más importantes de España y el que actualmente lleva a cabo el 10% de los tejidos implantados del conjunto nacional. Unas instalaciones llenas de historias, que aunque no es lo común, en algunos casos salvan vidas. Y así nos despiden en esta visita con uno de esos momentos en los que una válvula cardiaca de un bebé fallecido salvó la vida a otro, una historia que aunque a Elena le sigue encogiendo el corazón intenta ver desde el lado positivo.