El Ayuntamiento busca antes de final de año una solución para adquirir y gestionar el Teatro Emperador

El Ministerio de Vivienda lo adquirió, bajo el Gobierno de Zapatero, por un valor de cinco millones de euros y bajo el compromiso de su rehabilitación, algo que tampoco ocurriría, por lo que se cedió finalmente su uso al Ministerio de Cultura para crear el Instituto de las Artes Escénicas y la Música.

El calendario de despropósitos avanzó hasta 2012. En ese año, el Gobierno de España acometió una rehabilitación de la fachada externa, por valor de 350.000 euros, y Peridis proyectó una reforma del interior que alcanzaba los siete millones de euros. Un proyecto que nunca se hizo. En 2013, el inmueble pasó a subasta pública, y tampoco llegó a buen puerto.

Una propuesta posterior dejaba en tres millones el coste de acometer una rehabilitación en el teatro, y sobre ella es con la que se intenta trabajar ahora.

Así se ha llegado a una encrucijada en la que Ayuntamiento de León y Ministerio de Cultura se van 'pasando la pelota' y dilatando una apuesta decidida por el Emperador.

El alcalde trata de cerrar una reunión con el nuevo ministro Miquel Iceta en la que se dé una solución definitiva al teatro. Y es que el primer paso debe llegar desde el Gobierno de España, quien ostenta la propiedad del equipamiento cultural, y debe acometer la rehabilitación antes de proceder a la cesión al Consistorio para su explotación.

Para aceptar el inmueble, el Ayuntamiento debe contar con un informe que ajuste sus usos al plan de estabilidad presupuestaria y una valoración de las repercusiones que tendrá su explotación y rehabilitación ante el deficiente estado de conservación actual.

«La obra la tiene que hacer el ministerio. El compromiso era la cesión al Ayuntamiento una vez hecha la obra interna», insisten fuentes municipales a este medio. Sin embargo, según ha podido saber leonoticias, Cultura solicita a León que dé el primer paso, que empiece a trabajar en un proyecto de explotación del teatro y será entonces cuando autorice la rehabilitación para la que «tiene el dinero comprometido».

Esos algo más de tres millones de euros que el Gobierno debe conceder parece la llave definitiva para devolver la vida a un «teatro moderno, del que se ceda su uso al Ayuntamiento» y que recupere el protagonismo cultural que perdió hace tres lustros.