Las averías del Alvia generan el caos en la estación de León

«Estuvimos como dos horas, a unos 8 grados, la mayoría esperando en el andén por si llegaba nuestro tren», describe Noelia Alonso, una de las afectadas. Pasado ese tiempo llegaron los dos trenes unidos, el que debía seguir a Madrid y el que venía de la capital. «Estuvieron durante un tiempo tratando de desengancharlos, no sé qué problema técnico tenían para ello», cuenta. «A los que íbamos a Madrid nos pidieron que esperáramos en la otra vía, que el tren daría la vuelta para recogernos. A los que iban a Asturias les mandaron subir al hall porque no sabían si ponerles autobuses o reubicarles en otro tren», detalla a El Comercio.

Una vez reinstalados en su tren, al rato «nos volvieron a decir que no, que bajáramos. Que al final ese tren lo usarían para desplazar a los que iban a Asturias y nosotros debíamos esperar a uno que venía por Olmedo, que volvieron a recoger el equipaje y cambiar de vía», indica. Alonso, asturiana que trabaja en Madrid, es una habitual de la línea que ya ha tenido algún que otro susto pero «ninguno como este. Veías al personal de Renfe en el andén cabreados como nosotros, diciendo por teléfono a los que daban las órdenes que dejaran de marear a los pasajeros». «La sensación ha sido un poco caótica», confía.

Finalmente el tercer tren que utilizó, con el que sí pudo continuar viaje, tenía una incomodidad añadida: carecía de comida que poder servir. El billete que había sacado la viajera tenía la llegada prevista a Chamartín a las 15.03. Después de subirse a tres trenes, pudo alcanzar la estación madrileña cerca de las 19.00, sin comer, con una botella de agua gratis y la certeza de que Renfe le devolverá el importe del billete. Entre los afectados hay «dos matrimonios que iban de viaje a Canarias y han perdido el vuelo», transmite.

A los usuarios del tren que quedó atrapado en el cambiador de Vilecha su segundo tren les llevó hasta Oviedo. Quienes tenían viaje a Gijón hubieron de recurrir al cercanías para completar el trayecto, utilizando así también tres trenes distintos.

La incidencia tiene lugar después de que ayer el primer Alvia de la mañana a Madrid no pudiera salir, por una avería en el compresor que acciona el pantógrafo, lo que obligó a Renfe a movilizar autobuses para trasladar al pasaje hasta León. Los afectados llegaron a Madrid con tres horas de retraso sobre el horario previsto.