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Fueron cinco vuelos en un mes, alrededor de 500 pasajeros, los que se vieron afectados por una avería que no encontraba solución.
El ILS, el sistema de aterrizaje instrumental, necesario para episodios de baja visibilidad en aeropuertos, dejó de funcionar en diciembre y parte de enero. No fue hasta su reposición y recalibración cuando se ha vuelto a activar.
Las nieblas que se concentraron en la terminal de La Virgen del Camino imposibilitaron que varios vuelos a Barcelona y Palma de Mallorca pudieran despegar o aterrizar.
La situación obligaba a derivar a los pasajeros a los aeropuertos de Valladolid o Asturias, con los retrasos en los viajes que eso suponía y que alcanzaron hasta las cuatro horas. Entre los afectados también se encontraron el rey y la reina, en su última visita a León, cuando tuvieron que aterrizar en Villanubla y viajar en coche al Gumersindo de Azcárate.
La avería del ILS le ha podido costar a Iberia -empresa matriz de Air Nostrum, que opera en el Aeropuerto de León- más de 100.000 euros.
Los usuarios que han reclamado la devolución de sus billetes por el retraso generado han empezado a recibir 250 euros por pasajero.
Para poder recibir esta cuantía se debe enviar un escrito por correo electrónico y justificar con los billetes la incidencia sufrida. Con ello se comunicará si Iberia acepta la solicitud y reembolsa a los clientes la cuantía de los pasajes y una indemnización por los perjuicios causados.
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