Secciones
Servicios
Destacamos
Un tío muy discreto, tranquilo, que no se complica la vida. Jamás responde mal, como si fuera un «angelito». Esta es la actitud, según describen fuentes cercanas, que muestra Igor Postolache en el módulo de respeto y terapéutico de la prisión de Mansilla de las Mulas de León ... .
El moldavo de 30 años parece tener una doble cara: hace casi un año, se cumplirá este miércoles, cometió uno de los crímenes más macabros que se recuerdan en Oviedo: violó y asesinó a la pequeña Erika Yunga, de 14 años, en el portal de su vivienda de Vallobín.
Postolache lleva casi doce meses entre rejas, rodeado de asesinos, agresores sexuales, pederastas y condenados por pornografía infantil. Allí pasa los días, en prisión provisional preventiva. Hasta hace nada compartía módulo con José Enrique Abuín, alias 'El Chicle', el asesino de Diana Quer y que acumula otras penas por agresión sexual, entre ellas por violar a su cuñada. «Es un módulo tranquilo dentro de los delitos que tienen muestran buen comportamiento y participan en su actividades y talleres», aseguran las mismas fuentes.
Se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable, la que solicitan la Fiscalía y la acusación, por el delito de asesinato y quince años de cárcel por agredirla sexualmente aplicando la ley de 'sólo sí es sí'. Le asestó al menos treinta y seis puñaladas en un crimen planificado, sostiene el Ministerio Público.
«Fue un asesinato con premeditación, alevosía, ensañamiento y delito de agresión sexual. La abordó en el portal, la apuñaló, la desnudó y la violó», describió el abogado de la familia Yunga en la comparecencia celebrada en el Juzgado de Instrucción número 2 el pasado 19 de diciembre, donde se le notificó por videoconferencia al acusado los delitos a los que se enfrenta.
El relato de lo ocurrido, que conmocionó como no podía ser de otra manera a toda la sociedad, es escalofriante. Postolache, descrito por los informes forenses como un hombre «narcisista que comprende lo sucedido» -de hecho ha reconocido de manera 'muy fría' los hechos- distingue entre lo que está bien y mal y presenta una inteligencia normal y una imputabilidad plena.
Unos días antes del asesinato, planificó cómo ejecutarlo y estudió los movimientos de la niña. Hasta el punto de trasladarse unas semanas a un piso de alquiler en el primer piso del número 69 de la calle Vázquez de Mella. Solo cuatro pisos más abajo de donde vivía su víctima, a quien controló los horarios de entrada y salida del domicilio.
El 5 de abril de 2022 bajó las persianas de su casa, en previsión de lo que iba a pasar, para que ningún vecino truncara sus planes, y guardó en el cajón de su mesita «una cinta de embalar color marrón y nueve bridas de color negro por si fuera necesario amordazarla», según el escrito de la Fiscalía.
Cogió un cuchillo de once centímetros de longitud y dos de ancho, continúa el relato, «lo escondió entre sus ropas y salió a la calle a esperar a la pequeña».
Ajena a lo que le esperaba, la menor salió de clase, como un día normal, en el Instituto de Enseñanza Secundaria de La Ería y caminó con cuatro amigas hasta su portal, donde llamó al timbre.
Allí se encontraba su padre y su hermano, que la esperaban para almorzar. Nunca llegó. Cuando esperaba en el ascensor el moldavo «se abalanzó contra ella, por la espalda y de forma absolutamente sorpresiva», asestándole una primera puñalada sin que Erika tuviera capacidad de reacción, y «la empujó hacia las escaleras tapándole la boca para que no gritara» mientras continuaba atacándola con el cuchillo. Una vez en el primer piso, la arrastró hasta su vivienda, unos siete metros, en el interior la dejó gravemente herida en el baño.
El autor se desnudó en su habitación, y al regresar «volvió a apuñalarla y la agredió sexualmente». Como tardaba, el hermano bajó al encuentro de Erika y al encontrarse la sangre en el rellano comenzó a gritar. Fue una vecina quien alertó al 091. La Policía Nacional lo detuvo e ingresó en prisión el 8 de abril. Y allí permanece, en León, dentro de ese módulo terapéutico donde aguarda al juicio, sin levantar la voz, tras el brutal crimen.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.