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Han tenido que pasar casi diez años para que la justicia abriera el juicio oral por el incendio en la planta de reciclaje de neumáticos 'RMD' que devoró material contaminante durante 18 días a escasos kilómetros de la capital leonesa.
Con Ecologistas en Acción ejerciendo como acusación popular en una causa donde la Fiscalía solicita la libre absolución de la empresa y su responsable Adolfo López, la causa llegaba a la sala número 12 de los Juzgados de León.
La defensa inició la vista con hasta siete cuestiones previas y la presentación de un informe pericial con el que demostrar la ausencia de culpa de la propiedad en la causa. Entre las alegaciones que presentó López se encontraba la «vulneración de la tutela judicial y el derecho a defensa» de su cliente; también reclamaba el estatus procesal de Ecologistas en Acción o la imposibilidad de solicitar responsabilidad civil por esta parte. Todas estas cuestiones fueron rechazadas por el Ministerio Fiscal y la acusación y refrendadas por la magistrada de la sala. Tan solo fue tenida en cuenta y aceptada la petición de alterar el orden de declaración del investigado, que será en último lugar, y cuyo testimonio será en la última sesión del 17 de enero.
Los hechos a enjuiciar encuentran dos presuntos delitos por incendio contra bienes propios y contra el medio ambiente. Todo ello como consecuencia de lo ocurrido el 20 de julio de 2015 en el que un incendio en una zona de hierros de la fábrica acababa por arrasar material como neumáticos, plásticos y colchones creando «una emisión a la atmósfera de elementos perjudiciales para la salud y de productos a ríos con la misma consecuencia», como vienen denunciado los ecologistas.
A la causa quedaba incorporada una revisión de la seguridad que RMD había realizado días antes del incendio, un informe sobre prevención de incendios, otro sobre prevención de riesgos, diferentes talleres ofertados a los empleados, un finiquito de daños aportado por RMD a través de un seguro, un curso de prevención ede riesgos penales y el informe de un ingeniero agrónomo que determina los niveles de contaminación existentes en el entorno de la empresa.
Las primeras pruebas testificales han contado con la presencia de los empleados Rosa María, Eladio, José María, Miguel Ángel y Rosendo, presentes en la fábrica en el momento de los hechos. La primera, administrativa de Recursos Humanos, fue una de las encargadas de llamar al 112 para notificar la situación y aseguró que se usó agua para sofocar el fuego durante los días que duró incendio. «Adolfo se acababa de ir y tuve que llamarle para avisarle. Rápidamente regresó a las instalaciones», afirmó. Las llamas se propagaron sobre las 19:00 horas y se intentaron apagar con mangueras, sin lograrlo, entre los pocos operarios que permanecían allí a esas horas.
Uno de los primeros en dar el aviso fue Eladio, que se encontraba a unos 20 metros de donde se originó el fuego. «Provenía de una zona de hierros. Una vez que se inició, fui con una máquina para tratar de alejar el fuego, pero la temperatura no me dejaba acercarme mucho. Pusimos las mangueras, pero nada. La temperatura calentó el material de alrededor -ruedas de neumático industrial- y empezó a arder». Afirmando que los Bomberos de León tardaron «dos horas» en llegar al recinto, el empleado explicó que fue una semana después cuando emplearon arena para evitar que el material contaminante se mezclara con el agua y absorbieran aceites pirolíticos. «Hicimos todo lo que pudimos», explicaba ante la jueza. Hasta el lugar se desplazó mucha gente, incluso aquellos trabajadores que estaban de descanso, en un contexto en el que RMD afrontaba un ERE que afectaba a 50 empleados.
Todos los trabajadores tenían «prohibido» fumar en el interior de la instalación, por mandato directo del presidente y acusado Adolfo López, tal y como manifestaron en el Juzgado. Otra de las testificales la presentó el jefe del equipo de planta de caucho que estaba a unos 150 metros del foco del incendio en una nave. Él vio una pequeña columna de «fuego rojo» en un montón de hierro. «Era muy inicial y no tenían ni un metro de altura». Esta zona se apoyaba sobre ruedas industriales que según tocaron las llamas «ese plástico hizo que se extendiera por todo lo que había por allí».
El juicio continuará hasta completar las 25 testificales, entre testigos y peritos, en otras dos sesiones fijadas este jueves y el próximo 17 de enero en el Juzgado de lo Penal de León.
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