El 40 'aniversario' de los 27 leoneses que iban a morir tras el 23-F

40 años han pasado desde el 23-F. Aquella histórica jornada de 1981, el país contuvo la respiración a la espera de noticias mientras el teniente-coronel Tejero asaltaba el hemiciclo durante la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo.

Pero, ¿qué hubiera ocurrido si el golpe de Estado hubiera triunfado aquel lunes 23 de febrero? El camino que se hubiera iniciado al día siguiente lo contó el extinto semanario 'Actual', quien publicó en agosto de 1982 las listas con más de 3.000 nombres de personas que iban a ser asesinadas el 24-F.

De forma detallada, la misma publicación recogía que una reunión mantenida en Madrid el 22 de diciembre de 1980 entre los miembros de las 'Milicias Populares Patrióticas', constituidos por escindidos de 'Frente de la Juventud', 'Fuerza Nueva', 'Fuerza Joven', 'Falange Primera Línea' y 'Juventudes Nacionales Revolucionarias' habían sido los encargados de elaborar la 'lista negra'.

También se aseguraba que la fórmula elegida para la ejecución masiva sería la elegida por Augusto Pinochet en Santiago de Chile, que situó como su centro de detención el Estadio Nacional. En este caso, se haría en el estadio Santiago Bernabeu.

De la provincia de León, en este tétrico listado, aparecían hasta un total de 27 leoneses, muchos de ellos vinculados con el Partido Comunista de España o el Partido Socialista Obrero Español, que habían sido incluidos en las listas electorales de 1977 y 1979.

Los nombres de todos ellos fueron los siguientes: Miguel Cordero del Campillo, José A. Álvarez de Paz, Juan Manuel Azcárate Cid, Rubén González Llamazares, Benjamín Rubio Fernández, Roberto Merino Sánchez, Pilar Sevillana Moreno, Manuel González Velasco, Manuel García Pastor, Julio del Carmen Rodríguez, Ángel Fernández Carbajo, Francisco Izquierdo Merino, Santiago Pérez García, Juan Manuel Menéndez Suárez, Baldomero Lozano Pérez, Jesús García González, Henar Corbi Murgui, Juan Clavero García, Celso López Gavela, Gregorio Pérez de Lera, Jesús Rodríguez Prieto, Antonio Fernández Domínguez, Carlos de Juan Díez, María Cruz Calzadilla Pérez, Manuel Fernández Rodríguez, Alfonso Prieto Prieto y Millán Bravo Lozano.

Un total de 166 personas pertenecían a Castilla y León, siendo Burgos la provincia con más representación en el listado de personas que iban a ser asesinadas (con 29), muy cerca de las 27 que pertenecían a León.

Afortunadamente, y tras el discurso del Rey, los militares se replegaron, los diputados retenidos en el Congreso pudieron ir abandonando la Cámara Baja y la normalidad regresó a España tras un tremendo susto del que ahora quedan miles de anécdotas y recuerdos y los agujeros de bala que coronan el hemiciclo.