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León ya tiene cifras exactas para exigir al Ministerio de Fomento «los dineros», como dice el presidente de la Diputación, Gerardo Álvarez Courel, para que su aeropuerto se convierta en el nodo de operaciones de transporte de mercancías aéreas de referencia en el noroeste de España. 43,6 millones de euros, es la cifra que el Consorcio del Aeropuerto de León recoge en el Estudio de Viabilidad Operativa y Económica de la Terminal de Carga que ya tienen en sus manos los grupos políticos de la Diputación para su análisis y que refleja con palabras y con números el porqué de esta reivindicación.
Ya en 2020 se realizó un estudio que ha tenido que ser actualizado para adaptarse a la realidad social y económica de una España en crisis y que ha incrementado la inversión en algo más de tres millones de euros. Varias actuaciones en distintos flancos del área que comprende el aeropuerto leonés ubicado en Valverde de la Virgen suman importantes cuantías a la cifra general. Porque adaptar las instalaciones para garantizar la operatividad de la terminal supone un elevado coste que el Consorcio del Aeropuerto formado por Ayuntamiento de León y Diputación provincial con el esperado apoyo de la Junta están dispuestos a solicitar con más fuerza que nunca al Gobierno central.
Según recoge el informe actualizado en agosto de 2024, la viabilidad de las operaciones de transporte de mercancías pasa por varias actuaciones que permitan la operatividad de las aeronaves de gran tamaño que realizan estos vuelos. Para que puedan operar, la infraestructura debe cumplir unos criterios de seguridad, geometría en el campo de vuelos, resistencia de pavimentos y disponibilidad de sistemas de navegación que pasan por varias actuaciones.
A continuación se desglosan las actuaciones y las cuantías que, con una inversión total de 43,6 millones de euros, el Aeropuerto de León «dispondría de todas las capacidades operativas necesarias para albergar prácticamente cualquier tipo de transporte aéreo de mercancías, incluso aviones cargueros de gran tamaño y en rutas transoceánicas».
La pista de aterrizaje y despegue del aeropuerto de León cuenta en la actualidad con 3.000 metros. Según el estudio, los modelos de aeronaves utilizados habitualmente para el transporte de mercancías necesitan que la pista cuenta con al menos 4.000 metros. Además, habría que reforzar los pavimentos de la misma. La adaptación de esta infraestructura supondría una inversión de 11.025.000 euros.
Para la mejora de la capacidad portante de la calle de rodaje TWY-A, el estudio de viabilidad cifra la inversión en 552.000 euros. A esto suma otros 13.680.000 euros para la mejora de la capacidad portante de la plataforma de aviación civil sobre una superficie de 53.000 metros cuadrados.
El estudio recoge que habría que ampliar la superficie de la plataforma de aviación general para alcanzar los 100.000 metros cuadrados frente a los 27.000 disponibles actualmente. Para ejecutar los 43.000 metros cuadrados de nueva plataforma junto al borde norte de la ya existente, se prevé una inversión de 8.879.500 euros.
La infraestructura de la terminal de carga se podría ubicar en el borde norte de la plataforma junto a la terminal civil. Esta terminal de carga aérea sería un punto de intercambio modal en el transporte de mercancías, que debe adaptarse para que puedan operar los vehículos implicados (avión y camión).
Para que el Aeropuerto cuente con esta terminal, el estudio estima que debe construirse una nave logística de una superficie aproximada de 3.000 metros cuadrados y una zona de operación de camiones en el lado de tierra de unos 12.000 metros cuadrados. El coste de estas infraestructuras rondaría los 4.867.111 euros.
Actualmente el acceso al aeropuerto de León se realiza por la N-120, que atraviesa el centro de la localidad de Valverde de La Virgen. Para evitar que los camiones y vehículos pesados tengan que transitar por en casco urbano, sería necesario crear un nuevo acceso por carretera. En 2011 se suscribió un convenio para construir este vial, convenio que no se ha materializado.
Proyectaba una carretera de 1.624 metros de longitud conectando la glorieta Camino de Santiago con la de entrada al aeropuerto. El coste en su día ascendía a 3.015.000 euros. Con la subida de costes, en la actualidad crear el vial necesitaría una inversión de 4.600.000 euros.
El estudio de 70 páginas incluye otros datos comparativos de la capacidad del Aeropuerto de León con otros centros que sí cuentan con terminal de carga como Zaragoza o Vitoria, así como un análisis detallado de las fortalezas para que se convierta en el nodo del noroeste peninsular. Señala el informe que León «forma parte de los nodos de la Red Básica de Terminales intermodales de carreteras y ferrocarril con una máxima importancia estratégica», características con las que «se puede afirmar que León es una ubicación óptima desde el punto de vista logístico, pudiendo conectar flujos de mercancías desde y hacia los puertos de Galicia y Asturias por carretera y ferrocarril».
Como debilidades en el análisis DAFO, el estudio apunta a las ya mencionadas carencias en las infraestructuras sobre las que habría que actuar así como a las condiciones climatológicas del que es el aeropuerto más alto de la península. Como fortalezas, se destaca el «compromiso institucional, las conexiones multimodales, la capacidad operativa y de crecimiento y la no existencia de terminales de iguales características en el noroeste de España».
La historia del Aeropuerto de León se remonta a 1920, cuando se promueve la creación del aeródromo militar, aunque no fue hasta 1924 cuando comenzaron las obras. Se trata del aeropuerto situado a mayor altitud en la península, a 916 metros sobre el nivel del mar. Durante la Guerra Civil el aeropuerto se convirtió en sede de numerosas unidades aéreas y a su término fue catalogado como 'Clave A', lo que le valió un gran crecimiento a lo largo de la década de los años 40. Fue precisamente en 1946 cuando se empieza a hablar del aeropuerto de León y se convierte oficialmente en base aérea abierta al tráfico civil.
En la década de los 90 el crecimiento continuó, creándose el Consorcio con Diputación y Ayuntamiento de León (inicialmente también estaba la Junta, que más tarde salió). Tras varias obras, el 2 de junio de 1999 Iberia operó el primer vuelo a Barcelona. Ya entrado el siglo XXI, entre 2003 y 2007 se construyeron varios edificios y se amplió la pista, y en 2010 concluía la obra de la actual terminal de viajeros.
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