Amanda Nicanor: «Es muy duro considerarse víctima de violencia de género»

«La que era mi pareja nunca mostró signos de poder llegar hasta ese punto» recuerda, por eso para ella fue «totalmente traumático». Hasta que se enteró de que «ya se lo había hecho también a su ex pareja». En ese momento es cuando se te cae el mundo y «solo puedes pensar en con quién has estado, yo no lo sabía».

Para ella todo era idílico, tanto que incluso iban a sacar juntos un disco «que hablaba entero sobre la relación, un disco de amor, de estar enamorado». Un disco que, «evidentemente» no verá la luz y el impulso de Amanda para contar lo que había pasado.

«Yo ya había anunciado a mis seguidores que iba a salir un trabajo y quería contarle a la gente por qué ya no iba a haber disco». Por eso se decidió a subir varias fotos a su perfil de Instagram en la que se apreciaban las contusiones con una descripción clara: «Como es la vida. Un día te encuentras con que has escrito un álbum porque estas enamorada y al día siguiente eres otra víctima de violencia de género».

Aunque también se encontró con gente que «rumoreaba», que «nunca cree a la víctima» y dicidió «que una imagen era más que mil palabras, colgué las fotos ahí y ya esta, osea no había posibilidad de que la gente no me creyera».

Aún así, no lo hicieron. O lo que es peor, la culparon. «Hablando con ciertas personas me doy cuenta de que hay gente que piensa a ver qué hiciste para que te pegaran así. El culpar a la víctima es una cosa muy común, esa reacción sé que la hubo y eso demuestra que tenemos un problema como sociedad» denuncia.

Incluso ella misma sin darse cuenta se acaba culpando. «La última vez que salí en los medios fue antes de la pandemia por una exposición de arte que habíamos organizado y es un poco desafortunado estar ahora aquí por esto. Me lleva a preguntarme qué decisiones he tomado y cómo he acabado así a lo largo de estos dos años» se lamenta.

Pero ella, que es «una persona fuerte» y que lo está llevando «mejor de lo que cabe esperar» quiere «pasar página y olvidar este espisodio de mi vida», aunque, de momento, se siente «responsable con la lucha».

Aconsejada por su abogada, por las asociaciones, por la trabajadora social y por su psicóloga para que la publicación no pudiese tener repercusiones en su contra se decidió a compartirlo para «dejar claro que existe este problema, que es más común de lo que parece y que yo soy una más de tantas porque tenemos este problema, los hombres pegan a las mujeres, las maltratan, las agreden y las insultan porque no hay respeto» sentencia.

Mientras tanto, y como ella misma reflexinó en sus redes, «las heridas curarán y las cicatrices quedarán para aprender lo que sea que hay que aprender. Ahora es momento de redirigir la ruta».