El alto crecimiento del Incibe acelera los procesos para levantar su segunda torre, destinada a laboratorios y tecnología

Cuando el Incibe se ideó en 2006 la apuesta era disponer de una sede propia que no llegaría hasta dos años más tarde. Entonces el proyecto inicial contemplaba el desarrollo de una sede con dos edificios (norte y sur) para acoger un centro llamado a ser referencia internacional.

Las urgencias por activar su desarrollo y los primeros pasos dados en la vieja sede de Telefónica en la capital permitieron calibrar que con solo uno de los inmuebles se podrían cubrir todas las necesidades iniciales.

Fue así, pero la realidad es que 17 años más tarde la denominada 'torre sur' se ha quedado pequeña. Con más de 150 trabajadores en su interior (otros tantos forman parte del núcleo de ciberseguridad como personal subcontratado) y numerosas áreas en proyectos de desarrollo hoy la 'torre norte' ha pasado de ser un proyecto a una urgencia real.

Ese nuevo edificio se encuentra ahora en proceso de licitación y previsiblemente podrá comenzar a levantarse a lo largo de este mismo año. En su interior se proyectarán laboratorios de ciberseguridad, centros de demostración y de tecnología.

La voluntad es levantar a la mayor brevedad posible un inmueble que llega procedido por proyectos para los que Incibe ya está 'marcado' como elemento nuclear.

El de mayor envergadura, el hecho de haber sido designado por el Consejo Nacional de Ciberseguridad como Centro de Coordinación Nacional de España ('centro espejo'), constituyendo uno de los centros nacionales de coordinación del Centro Europeo de Competencia en Ciberseguridad.

Sin embargo esa misión se une a otras muchas, desde la atención personalizada a quienes sufren ciberataques, hasta proyectos de desarroyo tecnológico o el impulso de áreas formativas. Todo ello sin olvidar el impulso al talento, clave en el sector tecnológico.