Entrevista a Javier Nart - Nº2 de CS al Europarlamento

«Los alcaldes mineros se dedicaron a la ornamentación y no a dar una alternativa de vida»

Diez años trabajando en Bruselas le han servido para conocer de primera mano lo lejos que queda la capital europea de España, lejos geográficamente y también mediáticamente porque «allí no se hace espectáculo». Confía en que la tripleta del consenso que forman liberales, socialistas y populares se mantenga como frente «a los falsos profetas» de la extrema derecha, y de la extrema izquierda, que solo buscan «menos Europa». Javier Nart (Laredo, 1947) número 2 de la lista de Ciudadanos en las Elecciones Europeas del 9 de junio, pone a los ganaderos por delante del lobo, achaca a los alcaldes de las cuencas la injusta transición en la provincia y pide cerrar la navaja para hacer un frente español que lleve reivindicaciones como el Corredor Atlántico al Europarlamento.

Esta sería su tercera legislatura en el Parlamento Europeo. ¿En qué ha evolucionado la institución en estos diez años?

Ha evolucionado en el modo en que los partidos tradicionales tenemos una fuerte responsabilidad. Cuando surge la extrema derecha, hipernacionalista, y que va a ir en contra de los principios de la Unión Europea. Y que son fundamentales porque si no profundizamos, vamos a tener una Europa que será un parque temático gastronómico y cultural, para hacer turismo. Necesitamos una Europa más unida en temas de seguridad -Ucrania o el Sagel- y la seguridad estratégica, tecnológica, en uno de los continentes punteros del mundo junto a China y Estados Unidos. Los partidos han creado una endogamia, colonizado las instituciones y la inquietud en la política es ahora a partir de los 30 años y la precarización de las clases miedo que dan lugar al miedo al vacío. Ahí aparecen los profetas, que mienten, pero te garantizan inmediatamente soluciones milagrosas, que son de Vox a Le Pen, a Orban en Hungría o Eslovaquia; existe esta precarización de la clase media y la necesidad de una seguridad que te dan los falsos profetas.

Se habla mucho de las palabras de Feijoó sobre un posible pacto con la extrema derecha en Europa ¿Qué le parece?

Es una posibilidad que me preocupa. Estoy en las antípodas de la extrema derecha y la extrema izquierda porque miras a Le Pen y a los comunistas y votan lo mismo: la menos Europa posible. Si no se produce un consenso, en discusión, entre socialistas, populares y liberales, el PP rota esa silla y buscará, por desaparición, hacia su derecha. Los liberales tienen un partido que es Ciudadanos. Cuando entramos en el grupo liberal, era un grupo dominado por separatistas catalanes y nacionalistas vascos. España era una cosa de Torquemada, mientras que catalanes y vascos eran los salvadores. Cuando entra Ciduadanos, expulsamos a Convergencia por corrupta y viró la situación hasta llegar al consenso. Si desaparecemos, el consenso de los tres desaparecerá y el grupo popular virará a la derecha. Es muy preocupante.

¿Qué ha pasado en Ciudadanos para que pierda la confianza de la ciudadanía española?

Lo que ha pasado, lo dije en el 19, es que si no éramos útiles seríamos inútiles. Hubo una borrachera de éxito, que hay que mirarlo con distancia, y el éxito significó que algunos, el líder Albert Rivera, pensó que podía ser el siguiente presidente. Para mí es más importante mantener los ideales de Ciudadanos que dónde se mantiene mi líder, nosotros queríamos que no fuéramos guiados por los que buscan lo suyo y no el bien de todos. En lugar de hacer gobierno con el Partido Socialista y un programa nacional, preferimos que se ahorcaran en la cuerda del gobierno Frankenstein y luego tener un gobierno de Ciudadanos. Fue un ejercicio de infantilismo tremendo. Es una hipoteca que tuvimos, que seguimos pagando, pero la necesidad de un partido que articule el centro, capaz de ponerse de acuerdo con unos u otros, tan importante el PP como el PSOE. Ahora el gobierno se articula con los que creen que tienen que ser los mejores y no hay solidaridad, si eso es la izquierda, que venga dios y lo vea.

El último líder de Ciudadanos, Adrián Vázquez, ha pasado precisamente en estas elecciones de Ciudadanos al Partido Popular, ¿a usted también le han tentado?

No. Tengo una virtud que me ha dado la edad: jamás he tenido ambición ni miedo a decir lo que pienso y soy políticamente incorrecto porque no hay que adaptar el mensaje para adaptarlo al consumidor. Trato de escuchar en los debates, o rebates porque no se escucha y se trata de tener razón. El que está seguro de su propia verdad está en la mentira. Esta persona fue asesor mío y un muy buen asesor, y un grandísimo diputado, pero tiene un problema: la fidelidad que tiene no es al grupo, es a su propia persona. Uno tiene que ser fiel a la ideología, a los compañeros y discrepar con ellos, incluso para marcharse, como yo. Pero yo no entré a Ciudadanos para medrar, entré porque creía que podía ser útil. Estoy en política y soy superable, eliminable.

¿Le quedan vidas a Ciudadanos? ¿Y por qué?

Porque el país precisa de aliados no de quienes no creen en el país, y me refiero a los nacionalismos. Eso significa la destrucción de lo común y la solidaridad. Por siete votos tienen que prostituir el mensaje de «no habrá amnistía», por siete votos de un fugado de la justicia. Yo no he visto a un partido que haya caído en semejante indignidad ante el silencio de los borregos que parecen ser más fieles de santa nómina bendita que a sus ideales.

El último diputado que le quedaba a Ciudadanos estaba en Castilla y León, Francisco Igea, y ya no sigue en el partido. ¿Cómo vivió su salida y sus críticas a Adrián Vázquez?

Tenía razón. Paco Igea es un gran amigo mío y me parece honrado, decente, una persona que respeto y tengo afecto. Lo que dijo de Adrián -Vázquez- es verdad y el tiempo lo ha demostrado. Paco estaba conmigo en ir en coalición para ser útiles a España o que acabaríamos en un gobierno Frankenstein de mucho tiempo y que no podíamos cambiar el ideal porque el amado líder fuera presidente del Gobierno. Al líder hay que ser leal mientras el líder sea leal a los principios.

Ha sido corresponsal en asuntos bélicos y experto en política exterior. ¿Cómo ve la posición de Europa y de España en el conflicto entre Israel y Palestina?

Teníamos que haberla reconocido hace muchísimo tiempo. Nos cegamos ante que el único país democrático es Israel cuando es un país de ellos y para ellos, pero sin los demás. No puedes ser demócrata mientras mantienes la humillación del territorio ocupado. No es un hecho administrativo, es muerte, desprecio y captura de recursos. Los palestinos llevan desde el 67, y el 47, viviendo en esas posiciones. Sobre el reconocimiento de Israel, yo que soy un radical opositor de Pedro Sánchez, habrá algunos que dirán que lo hace hoy para que se hable de ello -en campaña-, pero está bien hecho y estoy de acuerdo con él. Del mismo modo que es necesario ayudar a Ucrania; y quien piensa que el rearme es incrementar la violencia, son los mismos que piensan que ayudar a Bosnia incrementaba el conflicto mientras Serbia violaba a mujeres. León tuvo una resistencia al francés heroica y esa resistencia fue donde hubo muertos y sufrimiento, pero ¿qué prefieren que la horda napoleónica siguiera violando por la paz? Vamos a ser serios, como los ecologistas de pandereta y el problema serio de los lobos que tiene León. ¿Sabes quiénes están a favor de la protección de los lobos? Los que no tiene lobos. Pero no el ganadero que está en la montaña y conoce el monte.

En el tema del lobo, ¿qué posición mantiene?

Muy clara. El lobo tiene que ser protegido mientras no sea un problema serio para quien viva en el monte. La directiva 'Habitat' tiene unas normas muy claras y pediría a los fundamentalistas ecológicos que lo lean porque permite actuar contra la agresión al lobo, y ahí está la caza. Pero la caza es fundamental porque mantiene el territorio, y si no la hubiera no tendríamos la extraordinaria fauna que tenemos hoy en España. Se habla de la muerte del lobo porque tiene un territorio que caben manadas de lobos y todo lo que sea crecer significa avanzar y acabar con la ganadería. No se puede ser cínico y hablar de la protección integral porque también creo en la protección integral del ganadero.

Hablemos ahora de transición justa que se ha aplicado en León y el pacto verde de Europa ¿Qué le parece esa política europea?

¿Cuántos polideportivos cerrados o piscinas, paseos arbolados se han creado con los miles de millones que llegaron a las cuencas para la reconversión industrial? ¿Y qué hicieron aquellos alcaldes? Dedicaron dinero a la ornamentación, pero no en una actividad estratégica y dar una alternativa de vida. Tenemos centros de interpretación que no ve nadie, piscinas que no se pueden mantener, avenidas vacías o polideportivos donde nadie hace nada. De esos políticos se produce esa desconfianza y la evolución a los falsos profetas de la extrema derecha. La culpa de lo que está pasando lo tienen en quien tuvo el poder para la colonización del ciudadano y no el respeto del ciudadano. Decirle que no se puede hacer un poliderporitvo porque se va a invertir o buscar el millón y medio de empleos tecnológicos que necesita la Unión Europea. Es necesario un millón y medio de empleos tecnológicos que no tenemos, de jóvenes que pueden unirse con su pareja y comprar una casa. No existe la casa porque no hay vivienda pública porque el ayuntamiento, cuando se calificaba el terreno rústico por urbano y recibían el 10%, lo vendían y especulaban para tener más ingresos. Ahora la culpa es de los propietarios. Eso produce la extrema derecha, y el resto es escupir a la cara a los ciudadanos como miembros de una secta.

Estamos en una tierra muy envejecida. Las políticas demográficas tienen que ver con la Unión Europea y ya hemos visto la fiscalidad diferenciada en algunas provincias. ¿Es suficiente con eso o por dónde tiene que pasar la solución a este problema?

A mí me han educado en la unidad, solidaridad e igualdad. No tiene que haber una fiscalidad diferenciada por territorio. Los catalanes no contribuimos más porque nos chupen la sangre, sino porque tenemos mayores ingresos, el resto es de reaccionarios republicanos de Esquerra, que no son de izquierdas; ni tampoco Bildu, aunque lo bendiga Sánchez. El Covid ha sacado la capacidad de poder trabajar en tu casa y no en la oficina. Necesitas capacidad tecnológica y mi pregunta es, ¿qué esfuerzo se ha hecho en gobiernos de León y Castilla, y también de España, para tener un paradigma educacional? Finlandia pierde la II Guerra Mundial, paga indemnizaciones a la Unión Soviética y pierde sus recursos. Están en el peor lugar de Europa. Izquierda y derecha se miran a la cara y ven que el único capital está en su cabeza y hacen una ley de educación que dura desde el año 46 y crean un HUB tecnológico de primer nivel, Finlandia, que nunca tuvo gran capacidad. Aquí no vamos a ningún pacto, vamos a acabar con el otro. Y no quiero que acaben con los españoles.

Hablaremos ahora del Corredor Atlántico. ¿Qué opina sobre ello Ciudadanos y qué llevaría a Europa?

El Corredor Atlántico es la cornisa gallega hacia el centro, y de ahí a Francia. En Europa se escucha al país concreto y el país es liberales, populares y socialistas. Como candidato de CS debería decirte que somos fundamentales para el Corredor Atlántico, pero votándonos a nosotros votaréis el consenso con populares y socialistas para llevar soluciones a Europa. Si llegamos allí con la navaja abierta para destripar al contrario, lo que vamos a hacer perder y echarnos la culpa. Eso es no respetar al electorado porque lo ves como un capital comercial. Es importante tener gente que te siga si tienes un norte común.

¿Cómo convence a un votante leonés que se siente ignorado desde Madrid y que tiene que votar a gente de Bruselas?

Votar por Ciduadanos es anclar el grupo liberal en intereses españoles para con los otros dos grupos y seguir manteniendo la tripleta que ha funcionado hasta ahora. Si no es así, el grupo liberal virará hacia sus intereses y el grupo popular derrapará a su derecha. Bruselas queda muy lejos porque no hacemos espectáculo y no te coges por la solapa, en Europa se trabajo. El 80% de las normas del Parlamento son aplicadas en el Congreso. Tenemos la PAC, que es Bruselas; o el cómo se distribuyen los fondos, que es acuerdo de liberales, socialistas y populares. De los fondos, 140.000 millones, 70.000 son a fondo perdido para la evolución tecnológica de España. Hay dos problemas: la burrocracia, que es la burocracia elevada a la centésima potencia; y la segunda es una pregunta directa: ¿Usted ha visto algo que le haya cambiado en su vida como consecuencia de estos 140.000 millones de euros, que muchos han llegado a España, pero están en Madrid pendientes de ser aplicados a los pagos? ¿Ustedes han visto un cambio como consecuencia de un pago de 140.000 millones de euros? Si han visto un cambio, voten por socialistas y populares; y si no lo han visto, voten por lo que crean que deben votar. Pero que no les tomen el pelo.

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