¿Cómo le afectará la microgravedad a Pablo Álvarez?

Cada semana que pasa es un nuevo reto para él y no duda en compartirlo con todos sus seguidores. El astronauta leonés Pablo Álvarez ha compartido este sábado en su perfil de Twitter todo lo que ha aprendido esta semana en Colonia durante su formación para convertirse en el primer astronauta leonés.

Desde que iniciara el entrenamiento a principios de abril ya le hemos visto con su nuevo traje, haciendo ejercicios en el gimnasio o aprendiendo fotografía, unas lecciones en principio muy prácticas pero que esta semana parece que ya se van complicando.

«Esta semana hemos aprendido sobre los distintos sistemas del cuerpo humano y como se ven afectados en microgravedad. Y lo hemos hecho con unas gafas de realidad aumentada!». Así, Álvarez comenzaba un 'hilo' en el que ha ido desgranando algunos de los datos más curiosos que ha descubierto gracias a esta formación.

De esta manera, Álvarez ha explicado que un astronauta crece alrededor de un 3 o 4% en el espacio porque la columna vertebral se estira por la falta de gravedad y eso puede suponer un problema en la reentrada, ya que ha asegurado que los asientos están hechos a medida.

Además, ha compartido una fotografía de su compañero, el astronauta alemán Alexander Gerst, durante su reentrada en una de las simulaciones.

«Los fluidos del cuerpo tienden a acumularse en la parte superior del cuerpo, y durante las primeras semanas nuestra cabeza se »hincha« por la acumulación de líquidos. También se pierde masa ósea y muscular», ha explicado.

Pero lejos de asustarse, Pablo, ha incidido en que la mejor forma para contrarrestar este efecto es haciendo ejercicio físico: «en órbita los astronautas realizan unas dos horas de ejercicio al día». Como su compañera Samantha Cristoforetti, a la que se ve corriendo en una cinta de la estación espacial.

Asegura, además, que todos los sistemas del cuerpo se ven afectados de alguna manera y que aumenta el riesgo de trombos, «es parecido a estar siempre tumbado, el sistema circulatorio no se ejercita y eso genera problemas a la vuelta.»

Unas lecciones vitales para el futuro de todos los astronautas que forman parte de la misión de Pablo y que se irán completando durante los dos años que dura esta formación.

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