Adiós a Benigno García, empresario, emprendedor, amante de lo imposible

Benigno García Calvo, 'Nino', fue uno de esos empresarios forjados a la vieja usanza, acostumbrado a vivir en los extremos, del éxito al fracaso sin importar el camino a recorrer, que siempre fue puro vértigo.

Precisamente esa forma de entender la vida, de querer ser extraordinario en todos los aspectos, marcó su trayecto vital. Siempre le gustó volar alto y puede que precisamente por ese motivo la aeronáutica fuera una de sus pasiones.

40 años atrás, cuando el cielo estaba prohibido para los mortales, él se compró una de las primeras avionetas que sobrevolaban León. El mundo siempre era otra cosa desde lo alto, desde el cielo.

Precisamente a vista de pájaro veía cómo uno de sus negocios más florecientes, el 'Mesón Mina Santa Bárbara', se convertía en una 'mina de oro'. Tan floreciente fue aquel restaurante a la falda del pueblo de Oteruelo de la Valdoncina que en realidad se convirtió en una perfecta maquinaria de sueños convertidos en realidad: volar, navegar, extender su alegre compromiso benefactor hasta olvidarse de todo.

Así era un personaje único. Desde el cielo, en uno de sus vuelos, fue testigo de la muerte de un compañero de fatigas, Marcelino Elosúa, y desde entonces nunca pudo respirar tanto aire del mismo modo.

Benigno García Calvo era, además de empresario -siempre a su manera-, un tipo formidablemente creativo. 24 patentes llevarán para la historia su nombre. Algunas conocidas como equipos de extinción forestal mediante explosión o equipos para extinción en grandes contenedores, otras solo para expertos como la medición de presión en bombas de suministro. Su mente, nunca dejó de trabajar más allá de que su vida estuviera en un polo o en el otro del planeta.

'Nino', asturiano de Moreda de Aller, leonés de corazón y ciudadano del mundo, falleció el pasado 28 de febrero junto al mar al que siempre llamaba a la puerta, en la localidad San Juan de la Arena. A los 78 años de edad fue despedido entre lágrimas por toda su familia.

'Los pilotos no mueren, solo vuelan más alto', rezaba su esquela. Así es, así fue.

[Pinche aquí para ver la esquela de Benigno García Calvo, 'Nino']