«¿Podrían acudir a mi casa y ver si dejé la luz encendida»

Como ésta, son muchas las llamadas que recibe el 112 que no pueden ser catalogadas como una emergencia, como aquellos que llaman a los sanitarios del Sacyl para preguntar qué comer ante una gastroenteritis o que buscan un segundo diagnóstico médico con el que no están de acuerdo. Concretamente, de las 3.365 llamadas que cada día se gestionan, apenas 883 son incidentes.

Muchas de ellas son fruto de un error, al confundir el 112 con el 012 –el teléfono de información de la Junta de Castilla y León-, otros llaman pensando que es una compañía móvil cuando se les ha bloqueado el teléfono, y otros, en su mayoría personas mayores, limpiando el teléfono pulsan el botón rojo que envía directamente una llamada al Servicio de Emergencias.

Aunque también ha llamadas en falso. El 112 recibe al año 800 comunicaciones calificadas como “maliciosas”, es decir, aquellas que informan de una emergencia inexistente. Una práctica penada por el código penal y la ley de Protección Ciudadana de Castilla y León y que, por fortuna, según informan, va en descenso año tras año.