Pablo Lorenzo posa junto a la Parroquia de Jesús Divino Obrero de León y frente a la furgoneta que viaja este sábado rumbo a Polonia.

Casi 3.000 kilómetros en 26 horas para traer a siete refugiados a León

Pablo Lorenzo y un compañero inician un viaje maratoniano con una furgoneta llena de material humanitario | A la vuelta, esperan poder regresar con siete refugiados que serán acogidos en la capital de provincia

Sábado, 12 de marzo 2022, 09:22

2.679 kilómetros en 26 horas. No son las 24 horas de Le Mans ni el Rally Dakar ni ninguna competición similar. Tampoco son pilotos aunque los dos acumulan miles y miles de kilómetros en su cuentakilómetros.

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El leonés y transportista Pablo Lorenzo, presidente de ... Altradime, y un compañero palentino, emprenderán un viaje maratoniano rumbo a Cracovia este sábado. Una previsión de más de 26 horas sobre el asfalto para transportar kilos de mantas, alimentos no perecederos, leche, pañales y otros objetos de utilidad.

Turnos maratonianos

Desde una de las principales capitales polacas, el material enviado casi a contrarreloj será transportado por las autoridades del país vecino de Ucrania hasta la frontera.

Los dos solidarios conductores organizarán turnos para que su furgoneta blanca recorra Europa sin apenas pausas y con un objetivo claro: llevar todo el material humanitario recolectado por los hermanos de la Real Hermadad de Jesús Divino Obrero y vecinos del barrio y volver a la capital de provincia con siete refugiados ucranianos, que con la coordinación de Cáritas, tendrán acomodo en la capital de provincia.

Pablo Lorenzo invita a más personas a sumarse a esta iniciativa y remarca que la sede de la Cofradía cuenta con más material en su sede, el suficiente «para llenar otra furgoneta entera».

2.600 euros recaudados

Además, señalan que han logrado recaudar 2.600 euros que serán utilizados para la compra de más objetos de primera necesidad.

«Nos hemos sentido desbordados, mucha gente ha acudido desinteresadamente», señala Pablo Lorenzo. «Vamos a llevar medicinas, pañales, leche para niños y mantas, que es lo que nos han dicho que es lo que más falta».

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«Posiblemente tengamos que dejar aquí alguna cosa porque no nos cabe todo en la furgoneta, tenemos más cosas que sitio disponible para llevar», apunta un más que «satisfecho» Pablo Lorenzo, que este sábado inicia un periplo maratoniano pero, sobre todo, solidario.

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